Capitulo 39. Melenas y Colmillos.

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Durante las dos semanas siguientes, Destiny tenia muchos problemas, las reuniones del ED, le salían como tiro por la culata, ya que debia faltar a sus propios entrenamientos, donde el mas enojado por sus faltas era Snape; pero eso no importaba ya que se la pasaba bastante bien en el ED, y mas cuando era Harry quien le contaba todas sus dichas sobre este.

—Siento que llevo una especie de talismán dentro del pecho, un secreto íntimo que me ayuda a soportar las clases de la profesora Umbridge —parecía en verdad sentir cada una de sus palabras—, mira nos oponemos delante de sus propias narices, practicando precisamente lo que más temían ella y el Ministerio.

—Deberias estar mas contento, porque en las ultimas reuniones ha habido muchos progresos —le subia mas el animo a Harry, quien le dedicaba una sonrisa mas grande por lo que decia—: Neville ha conseguido desarmar a Hermione; Colin Creevey ha realizado a la perfección el embrujo paralizante; después de tres sesiones de duros esfuerzos, Parvati Patil hizó una maldición reductora tan potente que había convertido en polvo la mesa de los chivatoscopios.

Ambos no pudieron resistir sonreírse unos a otros.

También Destiny y Elias, habían empezado a andar de manera muy calmada, salían a pasear con los perros de la chica, mientras hablaban de las reuniones, y la chica le conversaba sobre el quidditch, riéndose e insultándose con frases muy divertidas, que ya no hacían a Destiny ofenderse, porque sabia que andaban bromeandose.

Resultaba casi imposible escoger una noche a la semana para las reuniones del ED, porque tenían que adaptarse a los horario de entrenamientos de tres equipos de quidditch, que muchas veces se modificaban debido a las adversas condiciones climáticas. Pero eso no preocupaba a Harry: tenía la sensación de que, seguramente, era mejor que sus reuniones no tuvieran un horario fijo. Si alguien estaba observándolos, iba a costarle mucho descubrir un sistema predeterminado.

Entre todo el jaleo, Destiny encontró un hechizo proteico, algo bastante sencillo, que no tardó en dominar, para poder comunicar la fecha y la hora de la siguiente reunión a los miembros del ED por si había que cambiarlas en el último momento, porque habría resultado sospechoso que los estudiantes de diferentes casas cruzaran el Gran Comedor para hablar entre ellos demasiado a menudo. Entregó a cada uno de los miembros del ED un galeón falso (Ron se emocionó mucho cuando vio por primera vez el cesto, convencido de que estaba regalando oro de verdad).

—¿Veis los números que hay alrededor del borde de las monedas? —dijo Destiny mostrándoles una para que la examinaran al final de su cuarta reunión. La moneda, gruesa y amarilla, reflejaba la luz de las antorchas—. En los galeones auténticos no son más que un número de serie que se refiere al duende que acuñó la moneda. En estas monedas falsas, sin embargo, los números cambiarán para indicar la fecha y la hora de la siguiente reunión. Las monedas se calentarán cuando cambie la fecha, de modo que si las lleváis en un bolsillo lo notaréis. Cogeremos una cada uno, y cuando Harry decida la fecha de la siguiente reunión, él modificará los números de su moneda, y los de las demás también cambiarán para imitar los de la de Harry porque les he hecho un encantamiento proteico. —Las palabras de Destiny fueron recibidas con un silencio sepulcral. Ella observó a sus compañeros, que la miraban desconcertados—. No sé, me pareció buena idea —balbuceó—. Porque aunque la profesora Umbridge nos ordenara vaciar nuestros bolsillos, no hay nada sospechoso en llevar un galeón, ¿no? Pero..., bueno, si no queréis utilizarlas...

—¿Sabes hacer un encantamiento proteico? —le preguntó Terry Boot.

—Lo aprendí ayer —respondio como si le diera gracia.

—Pero si eso..., eso corresponde al nivel de ÉXTASIS —comentó con un hilo de voz.

—Ya —repuso Destiny sin comprender el asombro—, eso fue lo que encontré. ¿Qué decís? ¿Queréis usar los galeones?

Destiny y La Orden del Fenix (DEH #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora