Destiny y La Orden del Fenix (DEH #5)

Capitulo 19. Un banquete lleno de sorpresas.

           

........Capitulo largo :O.........

—Ten mas cuidado —dijo el chico con rudeza, le mire con cierto desconcierto, por lo que con la misma rudeza de sus palabras le empuje, con Ruddy y Rames cayéndoseme de los brazos.

—No te dije que pusieras los brazos, ¿o sí? —le cuestione al chico, no muy animada por la manera en que me hablo, además de que su mirada era tan pretenciosa como todo lo que su postura podía decirme, no tengo idea de quien será ese chico, pero de algo si estoy segura es que no me iba a agradar—, además, preferiría haber caído al suelo, que en tus brazos. 

—Además de torpe, mal agradecida —señaló el chico todo mi cuerpo, gire los ojos y mordí mi labio inferior—, esa actitud no va a llevarte nada bueno.

Gire los ojos, conteniendo la ira que sentía con respecto a ese chico, no me agrada.

—Procurare no poner mis brazos nuevamente... —intentaba saber mi nombre el desgraciado, pero no se lo diría—. Como sea que te llames.

Olvidando que estaba buscando, me dejaba arrastrar hacia la oscura y mojada calle que discurría frente a la estación de Hogsmeade.

Allí esperaba el centenar de carruajes con los caballos de siempre, tan solo que esta vez, parecía que no era la única que les identificaba esa vez, Harry, parecio palidecer cuando les vio. 

—¿Dónde está Pig? —preguntó la voz de Ron detrás de Harry.

—La llevaba esa chica, Luna —respondió éste volviéndose con rapidez—. ¿Dónde crees que...?

Estaba un cuanto agena a la conversación, puesto que ese chico... me dejo desconcertada además de que también, muy enfadada con el mundo. Hay personas que dicen ten cuidado, de una manera preocupada y así, pero este chico habló, apestando inmediatamente su físico.

—Malfoy se ha portado fatal con un alumno de primero. Pienso informar de esto, sólo hace tres minutos que se ha puesto la insignia y ya está utilizándola para intimidar a la gente... dame a Crookshanks.

Se lo entregaba, un cuanto desconcertada.

—¿Te sucede algo? —me preguntó Hermione tomando la canasta del gato.

—No, nada —respondí sin muchas ganas.

—¡Todavía no tengo a Pig! —exclamó entonces Ron, pero Hermione ya me arrastraba hacia el primer carruaje libre que vio. Pero yo en verdad no estaba con animos para lidear con Hermione, mucho menos con contarle el encuentro con ese chico, que habrá de darle a mi comida mal sabor, si cruzo con el nuevamente camino.

—No pasa nada —escuche la voz de Luna, en cuanto Ron y Harry, ya estaban cerca del carruaje—. No te estás volviendo loco ni nada parecido. Yo también los veo.

—¿Ah, sí? —replicó Harry, desesperado, volviéndose hacia Luna.

—Sí, claro. Yo ya los vi el primer día que vine aquí —le explicó la chica—. Siempre han tirado de los carruajes. No te preocupes, estás tan cuerdo como yo.

Luna esbozó una sonrisa y subió al mohoso carruaje detrás de Ron, y Harry la siguió, para por fin ir a comer en el grandioso banquete, porque estaba muerta de hambre, además andaba un cuanto fastidiada, la falta de acción me dejaba bastante... aburrida.

—Esperemos que pase algo interesante en la escuela —comente cuando el carruaje comenzó a moverse—. Porque nada peligroso parece despertar mis sentidos.

—¿Habéis visto a Grubbly-Plank? —preguntó Hermione—. ¿Qué hace aquí? No se habrá marchado Hagrid, ¿verdad?

—A mí no me importaría —dijo Luna—. No es muy buen profesor.