Capitulo Sesenta y Cinco. Irrumpiendo en la Oficina Umbridge.

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Intento acabar lo mas rápido posible, pero aun así no pudo salir del Gran comedor, hasta que  sonó la campana, se paraba rápidamente, intentando ir por su amigo, Ron y Hermione le alcanzaron.

Subían la escalera de mármol, y Destiny vio a Harry, con sentimientos contradictorios, ya que se sintió aliviada al verlo frente de ella, pero preocupada por su rostro inquieto y lleno de terror. 

—¡Harry! —exclamó Destiny enseguida; parecía muy angustiada—. ¿Qué ha pasado? ¿Te encuentras bien? ¿Estás enfermo?

—¿Dónde estabas? —inquirió Ron.

—Venid conmigo —contestó Harry—. ¡Vamos, tengo que contaros una cosa!

Los guió por el pasillo del primer piso mientras asomaba la cabeza en varias aulas hasta que al final encontró una vacía; entró en ella y cerró la puerta en cuanto Ron, Destiny y Hermione hubieron entrado también. Harry se apoyó en la puerta y miró a sus amigos. 

—Voldemort tiene a Sirius. 

—¿Qué? 

—¿Cómo lo...?

—Lo he visto. Ahora mismo. Cuando me he quedado dormido en el examen.

—Pero... pero ¿dónde? ¿Cómo? —preguntó Hermione, que se había puesto muy pálida.

—No sé cómo —respondió Harry—. Pero sé exactamente dónde. En el Departamento de Misterios hay una sala con un montón de hileras de estanterías llenas de pequeñas esferas de cristal, y ellos están al final del pasillo número noventa y siete... Voldemort intenta utilizar a Sirius para conseguir eso que quiere coger de allí dentro... Está torturándolo. ¡Dice que acabará matándolo! —Harry se dio cuenta de que le temblaban la voz y las rodillas, así que se acercó a una mesa y se sentó, tratando de serenarse—. ¿Cómo vamos a ir hasta allí? —les preguntó a sus amigos.

Hubo un momento de silencio. Entonces Ron balbuceó:

—¿Ir ha... hasta allí?

—¡Ir al Departamento de Misterios para rescatar a Sirius! —dijo Harry en voz alta.

—Pero Harry... —empezó Ron con un hilo de voz. 

—¿Qué? ¡Qué! —exclamó Harry, impaciente. No entendía por qué Destiny, Ron y Hermione lo miraban con la boca abierta, como si les estuviera preguntando algo que no tuviera sentido.

—Harry —dijo Hermione con una voz que delataba su miedo—, Harry, ¿cómo... cómo quieres que Voldemort haya entrado en el Ministerio de la Magia sin que nadie lo haya descubierto?

—¿Y yo qué sé? —bramó él—. ¡Lo que importa ahora es cómo vamos a entrar nosotros allí!

—Pero... Harry, piénsalo bien —hablo Destiny, y dio un paso hacia él—, son las cinco de la tarde... El Ministerio de la Magia debe de estar lleno de empleados... ¿Cómo quieres que Voldemort y Sirius hayan entrado allí sin ser vistos? Harry..., deben de ser los dos magos más buscados del mundo... ¿Crees que podrían entrar en un edificio lleno de Aurores sin que detectaran su presencia?

—¡No lo sé, Voldemort debe de haber utilizado una capa invisible o algo así! —gritó Harry—. Además, el Departamento de Misterios siempre ha estado completamente vacío cuando he ido...

—Tú nunca has ido allí, Harry —afirmó Destiny con serenidad—. Sólo has soñado que ibas.

—¡Lo que yo tengo no son sueños normales y corrientes! —le gritó Harry, levantándose y dando también un paso hacia Destiny. Le habría gustado agarrarla por los hombros y zarandearla—. Entonces, ¿cómo explicas lo del padre de Ron? ¿Qué fue aquello? ¿Cómo supe lo que le había pasado?

Destiny y La Orden del Fenix (DEH #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora