Me despertaba en esa lúgubre casa, aun lado de mi se encontraba Ginny durmiendo, si, los Weasleys también se encontraban aquí, pero no podíamos hacer mucho relajo como en la madriguera o ir a la colina a jugar quidditch. Aunque ahora, lo único que me esperaba al levantarme en la casa, sería un arduo entrenamiento para convertirme en Ruddian.
—Necesito hablar con Dumbledore, Black —había escuchado una voz familiar, cuando cerraba la puerta detrás de mí.
—Yo también te extrañe, Conny, por cierto... hay muchas cosas de las cuales tenemos que hablar —decía el hombre, impidiendo a mi tía entrar por esa puerta.
—No tengo nada de que hablar con un criminal —escupe la mujer, viendo que no había ninguna posibilidad con el hombre en medio.
—Soy inocente, Harry y sus amigos lo saben —comentó este con acierto, dedicándole una sonrisa a la mujer—, hasta Destiny.
—Se que Destiny es amiga de Harry, así que no me sorprende —se apoyaba en la pared dándole la espalda a Sirius, quien se acercaba a la mujer, quitándole un mechón de su oreja.
—¿Qué haces aquí, Conny? ¿Creí que no te interesaba formar parte de la orden?
—Destiny, vine por Destiny, no se como obtuvo esos poderes, pero ella no puede salir ahí y enfrentar a tus sabes quién...
—¿Y que dice su padre? —cuestiona este interesado sobre el tema, al cual yo bajaba lentamente las escaleras con la intención de escuchar mas sobre esa conversación, hasta que la puerta donde ambos sostenían la discusión es abierta, por el profesor Moody.
—¿Pueden dejar sus discusiones de pareja para otro momento? —les pide este toscamente—. Wright, vamos, vas a entrar a la junta.
No supe que hacer, si subir las escaleras o terminar de bajarlas, pero mi cuerpo supo que hacer, rodar por las escaleras, hasta aterrizar en mi cabeza. Pretender que eso no dolió con una sonrisa, pero muy dentro de mí, quise gritar como la niña que soy.
—Destiny, es de mala educación escuchar las conversaciones de los demás —me señaló mi tía, cuando seguía bocabajo, no me levante al momento, seguía en algo llamado desilusión y decepción, además de que intentaba repasar la conversación que ambos han tenido.
—Apenas bajaba, no sabía que estabas aquí —replique irritada, me intentaba sentar en mi trasero, mientras sacudía la cabeza, para quitar el aturdimiento o hacerlo más grave—. Por cierto, ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabias que estaba aquí?
—A mí también me invitaron a formar parte de la orden —responde, repasando con desdén a Sirius, que le miraba sorprendido—. Tan solo que fui a ocuparme de los asuntos con mi madre.
Giraba los ojos, mientras me había quedado sentada en el suelo jugando con mis dedos.
—No tenemos todo el día, señorita Wright, así que le recomiendo que mueva su trasero —me indicaba con rudeza el profesor Moody.
—Gracias por suavizar la frase con lo de señorita —soltaba con sarcasmo, parándome y caminando por otras escaleras escuchando un leve balbuceo sobre "Me alegro de que tu madre no se haya levantado."
Cuando bajaba, pude darme cuenta, que los únicos en dicha junta, eran Mik, el profesor Lupin y el director Dumbledore, y los recién llegados, mi tía Constance, Sirius, el profesor Moody y yo, es difícil de explicar o decir que esta sea una reunión exclusiva de lo que sea la orden.
—Destiny, me alegro mucho de verte —dijo el profesor Lupin acercándose a mí, con los brazos abiertos, abrazándome con un poco de fuerza, le dedicaba el mismo abrazo, ya que le consideraba un amigo adulto, de los pocos que me agradaban—. Has crecido un montón.
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Destiny y La Orden del Fenix (DEH #5)
FantasíaDestiny ha cambiado, desde psicológica, hasta físicamente, los sucesos ocurrido el curso pasado, dejaron marca permanente en la chica, su habilidad de predicir el futuro se volvio una maldicion. Nuestra protagonista ha pasado un verano entre el Qui...