Entrada al bosque.

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¿Cómo me encontraba en está situación? A cada lado de mí se encontraban dos chicos de pie controlando que no me echara atrás.

No, no estaba a punto de acostarme con nadie ni de hacer ninguna guarrada.

Me quité la cinta que llevaba en la muñeca y se la dí al chico de mi izquierda para que me ayudara a ponérmela en los ojos.

Estaba delante de la entrada a un bosque, los chicos me llevarían a algún lugar de ese bosque y me dejarían a mi suerte.

El objetivo estaba en encontrar dos banderines, sobrevivir y salir del bosque lo antes posible.

La gracia estaba en que los chicos a mi lado me desnudarían en cuanto se lo dijera y me atarían las manos a la espalda.

El chico a mi izquierda me avisó de que la venda estaba bien colocada y se apartó volviendo a su sitio.

Respiré varias veces intentando no alterarme. Estaba a punto de entrar a un bosque, desnuda, atada, vendada y a punto de quedar abandonada a mi suerte.

-Empecemos.

Noté como los dos chicos se    acercaban a mí. Los dos me cogieron de los brazos y entramos en el bosque. 

No sé porque se me había ocurrido aceptar la propuesta de un desconocido.

Todo había sucedido porque mi mejor amiga creía gracioso apuntarnos a un campamento. El campamento traía prueba final si podías terminar el entrenamiento.

Mi mejor amiga, Savannah Springs, ya estaba dentro mucho antes de que yo me apuntara.

Y yo me había apuntado porque Blake Mason, el playboy sexy, me lo había propuesto.

Tonta de mí al haberlo aceptado por orgullo. Al menos, la ventaja era que solo una persona era la única que no había conseguido terminar el reto. No sabía el nombre de esa persona pero si sabía que era de nuestro instituto.

Además, el campamento era militar.

Te entrenaban para entrar en las mejores agencias internacionales.

Exacto, estaba en un campamento reclutada por mi mejor amiga y por el playboy del instituto porque según ellos me habían visto cualidades.

Tras haberle gritado a Savannah por ocultarme que era espía, haber llamado imbécil a Mason que sería mi jefe y haber superado los entrenamientos, había decidido pasar la prueba final y entrar en su mundo.

Intenté memorizar el camino que seguíamos, pero me estaban dando vueltas alrededor para que no pudiera situar el camino de vuelta.

Un rato después de andar paramos junto a lo que podría ser un río. Se escuchaba muy cerca y parecía caer una cascada.

De repente uno de los chicos me quitó la venda. El otro me empujó lanzándome al vacío.

Mientras caía escuché como me deseaban suerte.

Caí al agua y salí rápidamente a la superficie. Busqué a los chicos que ya habían desaparecido y grité de frustación. Al menos no me habían desnudado.

Nadé hasta la orilla valorando mis posibilidades. Tenía ropa que tendría que poner a secar si no quería morir congelada a pesar del calor que hacía.

Me senté en la orilla buscando algo con lo que seguir, pero al no ver nada que me pudiera ayudar me levanté.

Comencé a andar hacia la cascada y entre por un saliente tras esta. Una cueva. Una bolsa.Corrí hacia la bolsa donde encontré algo de comida.

Una de las ventajas eran las bolsas de auxilio que te podrían ayudar a sobrevivir. No eran tan sádicos como parecía.

Me quité la ropa quedándome con el bikini que casualmente era tanga y la parte de arriba. Idea de Savannah Springs.Era un buen espectáculo para Mason y todos los tíos que miraban a través de la cámara situada a mi derecha.

La prueba estaba controlada por cámaras por si decidía rendirme, por si me atacaban o por si pasaba algo que no estaba controlado, como la entrada de personas no autorizadas al recinto.

Esto eran como los juegos del hambre pero para ser espía internacional.

¿Alucinante? Esa sería la palabra si no fuera yo la que estaba ahí.

Me senté en el suelo y me enfrenté a la cámara que parpadeaba en rojo. Grabando.

-¿Disfrutando del espectáculo, Mason?-pregunté mirando fijamente a la lente.

-Si te terminas de desnudar lo disfrutaríamos aún más.

De fondo con la voz de Mason se escucharon risas de lo que serían todos los tíos que había en la habitación con él. Sonreí a la cámara.

-¿Por qué no vienes tú y me desnudas?-provoqué. Un 'oh' colectivo de los colegas de Mason me hizo reir y a Mason enfurecer- Lo siento, se me olvidaba que no puedes ayudarme.

Las risas de los compañeros de Mason se hicieron audibles a través del micrófono antes de que se cortase el sonido.

¿Querían espectáculo? Lo tendrían.

******

Lo he tenido que resubir porque me he dado cuenta de que se había borrado.

No he hecho cambios así que no os precupéis.

Lo siento :$

Un amor de campamento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora