Enamorado de San Potter. →Drarry ←

Capítulo 23.

-Novios.-Balbuceó el rubio. Harry no entendió, le miro para que repitiera. -Nada. Mas bien sirve ya, muero de hambre Potter. -termino y salió de la cocina algo inestable.

Se sentó en la mesa, al final era el  invitado. Teddy volvió con una sonrisa de oreja a oreja, con pasos torpes se subió a la silla y se sentó de rodillas. Junto sus manitas y espero a su padre.

Cuando Potter colocó los platillos en la mesa, Teddy le tomo la mano, y Harry observo a Malfoy. El último no entendía para nada que hacían.
Harry estiró su mano, él rubio la miró como si no viniera al caso.

-Tomensen de las manitas por favor...-Draco no pudo negar la petición del niño. Tomo la mano de Harry y la misma electricidad llegó. Sintió calor, ahogo, revolcón en el estómago, su piel sudar...

-Papito Dios y Merlín, gracias por lo que vamos a comer hoy... Cuida a mis padres en el cielo, cuida a papi Harry que cuida de mi...-se quedó callado un minuto, observo a Draco quien precenciaba todo con los ojos abiertos, Harry los tenía cerrados. -Y cuida al novio de mi papi. -Harry abrió los ojos de par en par, Malfoy hizo todo lo posible por no echarse a reír. -Amén. Gracias papito Dios y Merlín. -Harry no le regaño por respeto a la oración que hizo el infante... Pero cuando estuvieran sin Malfoy le daría una cantaleta que se acordaria de él.

Draco no había soltado la mano de Harry, se sentía tibia, le brindaba un calor extrañamente gustoso.

-¡A comer! -chillo feliz Teddy.

Ambos adultos se miraron, y como si leyeran mentes, se soltaron para poder comer el platillo que Harry hizo con tanto esmero, que nisiquiera pidió ayuda de Kreacher. Teddy no dejaba de sonreír, ya comenzó a asustarle un poco a Draco, pero no por la sonrisa macabra, si no, por la complicidad con la que él niño de tan solo cinco años le miraba.

Editado marzo 13.