Enamorado de San Potter. →Drarry ←

Capítulo 31.

Llegaron al establecimiento de marca fina, donde las mujeres beben champange, y los hombres whiskey, donde los niños usan cubiertos sofisticados cual robots.

-¿Papi? -pregunto Teddy mientras se acercaba con Draco. -¡Papi! -chillo al verlo con una sonrisa y sus brazos abiertos para él. -¿Cómo Estás? Yo bien, mira que papi Draco me llevo...

-¿Papi Draco? -Preguntó con el ceño fruncido. Él rubio solo supo sonreír de vuelta.

-¡Sí! Ahora le diré papi, y tú mi otro papi. Y así...-intentaba explicarse el infante.

-Esta bien. Ven, a comer.

Ambos le tomaron de la mano ayudándole a sentarse.

Los platillos llegaban, y con el, Draco relucía entre toda esa comodidad y educación, dejando atrás al moreno, quien apenas sabía utilizar la cuchara y tenedor.

A Teddy no le importaba, el solo veía comida, y ya.

-Así no es. -le repitió el rubio, Harry exasperado, dejo las tres cucharas de diferentes tamaños en la mesa.

-Debí llevarlos mejor a comer pizza. -blasfemo.

-Calmate. - Draco le tomo delicadamente la mano a su pareja, y le brindo paz. -Déjame te enseño.

Algo cambio en ese instante, Harry no vio al mismo Draco que se aprovechaba de la situación para burla, o solo sarcasmo. Esta vez el hombre quería ayudarle, enseñarle por gusto propio y con amor.

Dejándolo con ganas de más.

-Enseñame. -sonrió dulzón mientras jugueteaba con sus labios.

-Bueno, los hombres tienen un tipo de relación pasiva y activa, depende de quién quiera ser penetra...

-¡Draco!

-¿Qué?

-Eso no. Enseñame el manejo de cubiertos. - Harry, sonrojado, dejo de jugar con sus labios para ahora pasar a un rojo carmín por la vergüenza de que alguien más les haya escuchado.

-Ah, es que pensé, bueno tú sonrisa y juegos de labios me pedían a gritos otras cosas. -dijo el rubio con cierta burla, de la buena, esa que no te daña ni te afecta.

-Mas bien dime, o vamos todos a comer pizza.

-¡Pizza! -chillo Teddy feliz mientras terminaba el platillo.

-Si, pediremos pizza.

Editado, 2 abril.