Capítulo 43.

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Draco corrió a socorrer a su mejor amiga, se tiro al suelo y con toda su fuerza le levanto para ponerla en una camilla con algunas enfermeras.

—¡¿Que le sucedió?¡ —gritó Draco mientras corrían con ella en la camilla.

—Comenzo a gritar en los pasillos y le encontramos tirada. Al parecer el suceso de él señor Worren le hizo un episodio en su cerebro, y comenzó a gritar y cayo al fin desmayada. —comento una enfermera con profesionalidad.

Draco asintió y llegaron a la sala de exámenes, le administraron suero y algunas pociones para poder mantenerla con la sangre espesa, el rubio mandaba de aquí a allá esperando que al fin Pall despertará.

Terminaron, la dejo en una habitación con un ventanal grande dando a la ciudad, le tapó con una cobija y le beso la frente.

—Despierta mujer. —murmuró.

Luna entro a la habitación, y con su estetoscopio le reviso los latidos del corazón y la regulación de su respiración.

—¿No te parece todo esto raro? —preguntó.

Draco levanto la mirada encontrandose con aquellos ojos grises que tanta franqueza le emanaban.

—¿Porque lo dices?

—Teddy tuvo un bajón de sangre la semana pasada... Y ahora es Pall. Además, ella normalmente ve gente morir, no tiene nada de raro que haya sido un anciano, todo lo contrario, es raro que ella se haya desmayado con una sonrisa y ojos abiertos. Es poco común.

Draco asintió dándole una razón obvia a la explicación de Luna.

—¿Que sugieres tú?

—Que la dejes a mi cuidado. Sabes que entre médicos no podemos atender a personas tan cercanas a nosotros. Dame unos días y estudiaré mas a fondo el caso de Pall, porque no me creo que haya sido un simple bajón de azúcar.

Draco asintió.

—Te la recomiendo. —fue lo único que dijo para luego salir de aquella habitación con el corazón el la boca.

Pall debía despertar, ella estaba bien.

Lo estaba.

Editado, Abril 2.

Enamorado de San Potter. →Drarry ← Donde viven las historias. Descúbrelo ahora