Capítulo 72.

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—Bueno, sientate Harry. Traeré la cena. —dijo Hermione.

Andromeda se levanto.

—Sientate. —demando Hermione riendose. —Yo puedo.

—Ya estoy en la cocina...—le siguió Andromeda mientras caminaba al punto.

—Ya volvemos. —Hermione le siguió.

***

—Pero que deliciosa cena, ¿a quien debo el honor? —pregunto Harry.

—Andromeda. —respondió Pansy.

La señora de edad, se puso de todos los colores.

—Te ha quedado estupenda. —sonrió Harry.

—¡Si abue! Quedo rica. —habló Teddy.

Continuaron con él postre, todos hablando de cosas poco normales, pero en sí, intentando olvidar el mal trago que pasaron hace unas semanas. Estaban intentando reconstruir nuevamente su familia, no todo es fácil, pero de a pocas migajas hacemos grandes montañas.

El timbre sonó.

—Yo voy querida. —hablo Andromeda. Se fue a la puerta y encontró una bella rubia al otro lado de esta.

—¡Al fin llegas! —chillo la mujer de edad.

—Casi que no lo encuentro. Pansy quería de lo mejor, no puede ser posible que me haya tocado mandarlo hacer. —se quejo Luna.

—Bueno, bueno. Pero estas aquí, es lo importante. Pansy no ha dejado de estar mirando a la puerta. Hermione comienza a sospechar.

Las mujeres asintieron y entraron rápidamente.

—Ire por agua. —hablo Pansy parandose de la silla.

—Yo la traigo. —se animo Hermione.

—Tranquila bella, yo ire. —le beso la frente con demasiada dulzura y se fue a verse con Luna.

ambas en la cocina y con mucho ciudado, la rubia saco una pequeña rosa de terciopelo rojo escarlata, dentro de ella, resguardaba un bello anillo con una piedra rojisima.

—¡Lo has hecho estupendo!  Gracias Lunática

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—¡Lo has hecho estupendo!  Gracias Lunática. —Pansy la abrazo.

—Todo sea por mi Hermione. —dijo Luna. —Vamos, que ya sospechan.

la morena asintió.

***

—Bueno familia. —hablo Pansy levantandose de la silla. —Y Ronald, por supuesto. Esta noche es una de las más importantes de mi vida, por dos razones cruciales. La primera, en tener con vida al ser más bello y encantador de la tierra, que llena de alegría mis días. Y la segunda, en poder darle todo él amor que ella se merece, hoy y siempre, pues ha demostrado ser incondicional, generosa y valiente, digna toda de una gryffindor. —Pansy volteo a mirar a su terrón de azúcar. —Tu eres quien da mas, a pesar de todas las adversidades que te encuentres. Das tu vida por él amor a ellas, has dado tu vida por salvar la mía, me has enamorado completamente, solo tengo palabras para decirte que estoy completamente enloquecida por ti. —Pansy se acerco a ella y con sumo cuidado se arrodillo en él suelo, sacando la bella flor. —Hermione Jean Granger. ¿Me harías él honor, de tenerte como mi mujer, siempre?

Hermione se desgarro a llorar.

—Sí. Sí, ¡claro que sí! —chillo Feliz y contenta.

Pansy, conmovida, coloco el anillo en la mano de Hermione.

Toda la mesa aplaudió, llenos de felicidad por aquello pareja.

—Que bello, tendremos boda. —le dijo Harry a Draco.

—Pobre de la sabelotodo, no sabe con quien se mete.

—¿Ah no?

—No, es todo un poema vivir con un Slytherin.

—Para eso, los gryffindors tenemos agallas. —le reto.

—¿Asi? —cuestionó.

—Claro que sí. —desafío.

—Cada día me sorprendes más, joven Potter. —sonrió Draco.

Enamorado de San Potter. →Drarry ← Donde viven las historias. Descúbrelo ahora