Enamorado de San Potter. →Drarry ←

Capítulo 69.

Yo los amo, y les recordaré siempre.

—¡Chicos! ¡Venid! ¡YA! —Gritó Luna desde la otra esquina de la sala.

Harry dejo su enamoramiento de lado con él salvador de su universo, se acercó rápido a la rubia, dándose cuenta que su mejor amiga estaba inconsciente en el suelo.

—Pero que demo...—se quedó en silencio, claro, él sí sabía que demonios estaba pasando.

—¡Draco! ¡Ven! —Draco, aún con dolor de cabeza, se levantó y llego al desastre. Hermione estaba botada en el suelo, con varios restos de sangre, más que todo en su pecho y sus manos. Dudoso, se quedo en silencio y comenzó a revisar signos vitales, rápidamente se dio cuenta que su pulso estaba demasiado bajo, se acercó a su corazón y con todo el dolor en su voz, le dijo.

—Vive. Vive Hermione por Merlín. —más ella no despertó ni agradeció por aquellas palabras, era obvio, necesitaban ayuda urgente, por lo menos él debería estar en san mungo para poderle ayudar.

—¡Vamos! Necesito sacarla de aquí, no puedo hacer nada. —Harry y Luna asintieron, ambos ayudaron a poner en pie a la castaña, mas era un peso muerto.

***

Hermione se encontraba conectada a una maquina de respiración artificial, sufrió demasiada ruptura en sus pulmones, por los lados de su corazón y la caja  torácica.

Draco, le observaba mientras con todo el amor del mundo sostenía su mano, ella, quién dio la vida por darle un momento de respiro y poder acabar con aquella demente, estaba ahora sin fuerzas, mal herida y con un pie mas allá que aquí.

—Muchas gracias Hermione, se que en este momento me estas escuchando, donde quieras que estés. Por tu voluntad de querer ayudar a la gente, por apoyarme y creer en mi cuando ni yo mismo lo hice. Por permitirme estar más tiempo con mi amado Harry, por darme otro soplo de vida con aquel infante Teddy, por darme la confianza de saber que podre cuidarlo como un hijo mío. Tú, eres una excelente bruja, maga, persona, mujer, y sobretodo amiga. Disculpame tanto daño en esos tiempos de colegio, no merecías eso, y me arrepiento tanto. Tu eres un bello sol, y si te extingues, no se como tus amigos podrán sobrellevar tanta oscuridad. Vive Granger por merlín, no los dejes solos, con el remordimiento y el dolor, no me dejes a mi solo, porque no podría soportar vivir si tú no estas aquí para corregirme y ser esa sabelotodo que tanto moleste por años, pero con justa causa, pues eres una mujer brillante, sabrás salir de está sola.

Con todo el amor del mundo, Draco se acerco a Hermione y le planto un casto beso en la frente.

Se retiro de allí, con los ojos aguados, se los restregó y salió sonriendo de aquella sala, su amor no merecía saber su dolor intenso, ya tenía bastante con que su hermana estuviera entre la vida y la muerte.

Llego a la sala de espera, Harry se levanto rápidamente a verlo y atacarlo con preguntas. Elementalmente, Ronald estaba allí también, la noticia llego a sus oídos, seria idiota si no estuviera en aquellos momentos para su mejor amiga.

—Necesitamos esperar, ella es muy fuerte, pero de igual forma, cualquiera en su mejor momento puede llegar a ser débil. —Fue lo único que dijo Draco, mientras abrazaba a Harry, dándole ánimos. Ronald comenzó a llorar, y fue abrazado por la pequeña Luna, quién tenía los ojos rojos, pero intentaba omitir el hecho de pasar llorando varías horas hasta secarse como una uva pasa.