Enamorado de San Potter. →Drarry ←

Capítulo 41.

Pasada una semana, las cosas parecían volver a la normalidad, Draco siguió con su trabajo anhelado  con sus buenas amigas Pall y Luna, mucho mas a gusto en su día laboral.

Harry estaba mejor en su puesto de trabajo, cada vez  relucía más y estaba a pocos días de poder darse por bien servido que le ascenderían de cargo. Lo malo, es que su amigo Ronald estaba mal sentimentalmente, pues su amiga Hermione le había pedido un tiempo por cuestiones de que Ronald no le entendía a ella como antes, y según el pelirrojo, Hermione tenía más prioridad por su trabajo que por él.

Aún así, fue buen amigo y le ayudó en sus borracheras para poder olvidarla, en bares muggles, con cerveza muggle.

Draco no cedía totalmente a que Harry se fuera con la comadreja a cualquier lado a beber, pero tampoco quería hacerle escena de celos, ese no era su estilo, así que para rematar, el salió también con Blaise y Theodore a unos bares costosos de la zona Londres mágica.

Unas por otras.

Pall le ayudo a Harry con los cuidados de Teddy, pues había decaído el martes por baja tensión, Pall aseguró que era normal y ella estaría al tanto del niño como enfermera personal, Luna tenía sus sospechas, ahora más que nunca consultaría más la biblioteca y a su novio para que le ayudara a averiguar que tenía aquel pequeño.

Sin embargo no le decía nada de sus sospechas a aquella pareja, pues no quería empezar con el pie izquierdo otra vez con el moreno.

Hermione se encontraba cada vez más en la cima, con varios logros e incentivos para mejorar el mundo, ahora estaba luchando por algo que a Ronald le parecía algo sospechoso, pues apoyaba el LGTB, (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales.) Y quien apoyaba el tema era nada más y nada menos que Pansy Parkinson, que con su profesión de modelo tanto en el mundo muggle, como mágico, incentivo a miles de mujeres y hombres a darse su nivel en esta sociedad y ser quienes ellos quisieran sin el miedo que les causara.

—¿Harry? —golpeo la puerta del despacho, Harry murmuró un "pase" y siguió Hermione con una sonrisa en su rostro.

—¡Hermione! —se levanto rápido el moreno a recibirla en un cálido abrazo. No la veía desde más de un mes.

—¿Como has estado? —preguntó ella mientras tomaba asiento. —Supe que Teddy mejoró, y también que sales con cierto rubiesito...

—Asi es. Ha cambiado mi vida para bien Hermione, él es todo un galán, con algo de ego y sarcasmo nivel dios, pero aun así me hace sonreír y amarle cada vez más con sus ocurrencias de cosméticos para el cabello o cuando salgo con Ronald y el se muere de celos. —comentó distraído el moreno. Hermione se mantuvo callada, esperando a que cayera en cuenta. —¡Oh!

Hermione sonrió, era su momento, debía desahogarse o no podría seguir en pie por mas días. Le estaba carcomiendo poco a poco.

—Me gusta una mujer. —soltó.

Editado, abril 2.