Enamorado de San Potter. →Drarry ←

Capítulo 52.

-¿Que tiene papi? -pregunto Teddy entrando en la habitación.

Draco había mirado los signos de Harry, quien al parecer solo tuvo un desmayo por un bajón de azúcar.

-Esta con sueño Teddy, no ha descansado bien. -murmuró Draco mientras guardaba sus cosas en la maleta negra.

-Tienes que cuidar de él, como lo hago yo. -dijo el infante, se acerco a Draco y le tomo su mano. -Prometelo.

El peliplata le miro aquellos ojos azules con tanta intensidad.

-Te lo prometo.

***

Luna estudiaba algunas patologias en pequeños niños de 3 años, su mente estaba en aquellas rarezas de esta semana, pero debía continuar con su vida.

Leer en la biblioteca a altas horas de la noche podría ser peligroso, ¿no?

Al darse cuenta que sus ojos pesaban más que su melena rubia, decidio cerrar el libro y caminar a la estancia para subirlo.

Lo acomodo con cuidado, y en un microsueño, cayo al suelo.

-¡Maldicion! -se quejó mientras intentaba levantarse, pero no pudo tan rapido, le dolia todas sus cuatro letras.

-¿No cambias verdad? -escucho una voz proveniente de la estancia siguiente, no veia nada pues estaba repleta de libros.

Quedó en silencio, ¿que voz era aquella?

Tomo la bota y saco su varita, la cual tomo con mas fuerza de la que debia.

Su columna se erizo, sintiendo el peor de los escalofrios.

-¿Miedo Lovegood? Sí no te hare nada. -hablo otra vez la voz.

-¿Entonces que quieres? -dijo Luna mientras con el alma en el rabo, levanto su trasero de aquel piso.

-Que me ayudes con unas cosas. Necesitó que mi plan ni falle, ya sabes.

-¿Y porque haría eso? -reto ella.

-¿No le harás el favor a una vieja amiga? -la persona salió de su escondite, con una manta negra en todo su cuerpo, levitaba en el suelo.

Luna tuvo un ataque, practicamente sintió desfallecer su corazón.

Tomo la varita convocando un expelliarmus, que el ente logro esquivarlo sin mucha dificultad.

-¿Enserio? -dijo con sarcasmo.

-Maldita sea. -maldijo en voz baja.

De aquella capucha negra en la cabeza del ente, sobresalía una cabellera rojiza.