Capítulo 26.

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Harry subía las escaleras con una sonrisa en sus labios. Debería sentirse mal, incluso raro o confuso. Pero no, su primera reacción fue... Estar feliz.

Su homosexualidad la tenía clara. Era gay, no lo escondía, tampoco lo negaba. Pero no era algo que uno gritara a los cuatro vientos... No había logrado nada con algún hombre, tampoco tenía afán pues primero estaba su hijo, a quien no quería verle sufrir.

Pero Draco... Ese rubio engreído y ardiente, le había movido el cielo y la tierra. Quien diría... Hace unos instantes se estaban besando como si no hubiera mañana.

Sonreía cada vez más, su corazón palpitaba, como cual chiquillo enamorado. Bueno, ahora él estaba en serios problemas, le gustaba Draco Malfoy.

***

Malfoy abría lentamente la puerta de su departamento. Con cautela paso por el pasillo para entrar a su habitación. Anhelaba tener un momento a solas. Pensar, sentir... Revivir.

Cruzó todo como una especie de carrera, al llegar lentamente cerro su puerta, al parecer lo logro. Pall no despertó.

Saco sus prendas y las boto en el piso, llego al baño y preparo la tina. Sus pensamientos se adueñaban de cada momento, cada instante, cada segundo.

Con cuidado se adentro y hundió completamente el cuerpo, sus músculos se relajaron, su mente se despejó.

Volvió a la superficie, y pensó.

Beso a Potter. Y no le desagrado en nada, sus labios tibios, tan suaves y rosados... Sus ojos cerrados, mostrando esas grandes pestañas negras. Hasta podía imaginar una bella sonrisa en aquel beso.

Inconsciente llevo su mano a sus labios, los tocó, como quien recuerda aquel momento, aún estaban tibios, frescos, el beso seguía latente.

Y de algo estaba seguro... Quería más.

Editado marzo 13.

Enamorado de San Potter. →Drarry ← Donde viven las historias. Descúbrelo ahora