Capítulo 62.

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Luna sentía su mundo desfallecer.

Hay estaba  Nymphadora, sentada en la silla al lado de la ventana, como sí la cosa no fuera con ella.

Su pelo de color azul corto, sus facciones estaban contraídas, su ropa sucia y desgastada. Pero igual no perdía el encanto de su cuerpo.

Debería decirle algo, pero estaba más que claro, ella sabía que Luna estaba con ella.

Se quedo quieta en silencio, esperando el primer paso de Nymphadora.

—Querida Luna. —hablo con voz cantarina.

Luna no contestó.

Nymphadora se dio vuelta, y le sonrió de la manera mas siniestra que pudo.

Y entonces lo vio.

Su piel estaba demacrada, sus mejillas chupadas, sus ojos tenían unas grandes bolsas negras, sus labios estaban partidos y desgarrados. Su pelo tenía tierra y hojas.

Le asustó totalmente.

—¿Que pasa Luna? ¿Te da asco mi aspecto? A mi también me causo eso la primera vez que me vi. Pero ya me acostumbre. —se acerco a Luna, la cual la acechó con varita.

—¡Quedate donde estas! —le grito.

—Si quisiera hacerte algo, ya lo habría hecho tonta. —respondió fría. —¿Donde esta Malfoy?

—No sé. —respondió valiente.

—Bueno, entonces comenzaré por ti. No me lo tomes a mal, me caes bien. —sonrió psicópatamente, y se lanzó a Luna.

Sin pensar en nada, ni esperar un ataque de cuerpo a cuerpo, Luna botó la varita lejos de ella, y Nymphadora comenzó a morderle pequeñas partes del cuerpo.

—¿Que haces loca? ¡Dejame! —estaba mas que claro, Luna no era de tener cuerpo, pero...¿como lograba alejarla? Si sentía tener una cama encima de ella.

—¡Sueltala! ¡Cuerda de fuego! —convoco con su varita a Nymphadora.

Ella sonrió petulante, y con una mano logro esquivarlo.

Logró alejarla de Luna, pero ahora le sonreía feliz a Draco.

—Por fin estamos juntos. —hablo con una sonrisa torcida.

—Aquí me tienes, perra. —escupió con asco.

—Perra no Malfoy. Perrisima. —le corrigió Nymphadora y se lanzo a él en combate de cuerpo a cuerpo.

Luna, salio disparada de allá, necesitaba a Hermione para ayudarle a Draco. O al menos avisarle que ella tenía razón, y la causante de todo era Nymphadora.

Enamorado de San Potter. →Drarry ← Donde viven las historias. Descúbrelo ahora