Atrapadas en ¡League Of Legends!

Una cita

Narra Noev

Yuki solo con verlo hizo que Kayn flotara, movió las manos de arriba hacia abajo. Golpeándolo diversas veces, hasta que se dio cuenta que hacia. 

- Perdón, me deje llevar por el odio-.

- Quede todo mareado-Dijo Kayn cayéndose con todo. 

- Te lo mereces wn-Ekko de repente cayo, y Yuki se bajo, se puso cerca de una pared mientras escuchaba. 

- ¿Que pasa Yuki?-.

- Escucho a alguien-.

- ¿Qué dice?-.

- "Ya viste a la nueva tetona, uy si esta riquísima, Uy pero la amiga tenia una cadera que te enamora"-.

-....-Todos nos quedamos callados.

- Creo que hablan de ti tía, por la foto que tienen en la cabeza, y de mi-Dijo ella sonriendo. -¿que, es malo?-.

- ¿Porque las lolis son tan inocentes?, ¿Porque a mi?-Dijo Kayn en el piso.

- Ekko, ¿Porqué cuando yo dormía me querías comer?-Dije algo roja.

- ¿Tu...como sabes eso?-Dijo confundido.

- Te escuche muy bien, "Esta noche me la como", no se que significa pero te escuche-.

- YUKI VAMOS AL BAÑO PLZ-Grite agarrándola y yendo al baño.

- weon, ¿Cómo supo la enana esa si lo dije en mi cabecita?-.

- No se, supo lo del poro sin decirlo-.

- Ahí algo raro aquí-.

- Quiero ir a bañarme, tengo sangre en toda la ropa-Dijo Yuki.

- El agua esta cortada por la mañana, lo dijo Jess...Vamos al lago-.

- Si, quiero limpiarme todo esto-Dijo alegremente, salimos del baño y los chicos estaban ordenando o buscando algo. 

- Oigan, aquí no habrá ropa interior-Dijo Yuki, los tres nos pusimos rojos menos ella. - ¿Que dije?-.

-Nada, nada...Solo vamos, ustedes quédense aquí iremos a bañarnos-.

- ¡ARAÑA!-Grito Yuki tirándonos a los tres lejos, y cuando ella la piso todos bajamos. Ekko había caído por la ventana, salí corriendo a buscarlo. 

- Veo un ángel...es...¿es el cielo?..-Dijo Ekko, le di una patada y el me miro. - Hey, te estaba alagando-.

- Demasiado cursi, y copiado-Dije sonriendo. 

- Pero no quita que sea verdad-Dijo mientras lo ayudaba a levantarse.

- Tu si me dirás, ¿como sabias que yo pensé eso?-.

- Yuki me dijo, ya la oíste, se lo dijiste-Dije intentando esquivar la pregunta.

- Yo lo pensé, pero nunca lo dije-Dijo el algo serio.

- Debiste pensar en voz alta, ahora, subamos que mi loli no le gusta estar sola-.

- Esta bien, pero deberás de decirme en algún momento-.

- Si, si, solo subamos-Mientras subíamos al tercer piso escuche un grito, me alarme y salí corriendo a ver, y me encontré con la sorpresa que Yuki estaba con un nuevo vestido y que había gritado porque le quedo bien. Kayn no estaba, mire alrededor y no lo encontraba. De repente lo vi salir del baño con un nuevo atuendo. 

- Mira lo que me regalo mi amiguitoooooo wiiii-Decía Yuki mientras saltaba en la cama. 

- Otra vez el...debo de conocer a ese imbécil...-.

- Ehm...¡Vamos a salir a comprar!-.

- Esperen, Trini me esta llamando- Ella contesto y vino esa voz extraña. -¿Halo querida?, ahí si obvio, mientras vallas bien vestida iré, ya, entendido. Estoy en cinco corazón-Corto y volvió a ser yuki. 

- ¿Que fue eso?...-Pregunto Kayn.

- ¡Cita triple!, arréglense vamos en cinco-Dijo Yuki alegremente.

Narra Yukiko

Trini me dijo ayer lo de la cita, pero por el tema de los vampiros no pude decirle que, ahora si podremos salir a comer todos juntitos. Esperen llamare a Jess. - ¿Jess, quieres ir a un desayuno?-.

- Niña, estoy ocupada aquí, hablemos en la tarde-Dijo ella que parecía acalorada, me corto. Kayn estaba listo, Ekko y Noev corrían de un lado a otro buscando las cosas. Finalmente estaban todos listos, Me transforme en mi versión Oppai antes que nos pille la poli a mi y a Kayn. El vestido se ajustaba a mi tamaño, gracias. "De nada chiquita, todo sea por una buena cita". Quien diría que la zorra serviría de algo. "DEJA DE DECIRME ASÍ". Escuche que alguien toco la puerta y fui a abajo a abrir. 

- Vengan, ya nos vamos-.

- puta, yo pensé que era una bromita tuya enana-.

- ¿Broma mía?, le diré a Noev lo que hiciste si me vuelves a decir enana-.

- ¿Que dijo el?, YUKI, DIME-.

- Nada, nada, ok, Yuki no te digo enana-.

- Ya vamos-Abrí la puerta y ahí estaba Trini con Darius, y lo que el pensaba no me daba mucha confianza. Todos fuimos de la mano al restaurante que nos habían invitado Darius y Trini.