Capítulo 1

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Hubo un tiempo que era feliz. Estaba casada con el chico al que amaba, al que no he podido olvidar. Los dos teníamos sueños, pero no eran los mismos. El mío era simplemente estar con él.

Tras una tragedia, que no puedo mencionar, llegó el divorcio, y todo en mi vida se derrumbó por completo. No quise volver a verle, ni saber más nada de él. Eramos felices, pero todo se estropeó.

No es lo que estáis pensando. Ambos nos fuimos fieles, de hecho yo le sigo queriendo y no he podido estar con nadie. Son otras razones las que nos llevaron a divorciarnos.

Cuando nos conocimos él tenía 21 años, y yo 18 años. Lo nuestro fue un flechazo, lo que se llama amor a primera vista, o eso creía. Diré mejor que sólo por mi parte.

A día de hoy, tratando de seguir con mi vida, he conseguido trabajo en una empresa de publicidad. Una muy famosa, y tras haber sido contratada, queda lo más difícil, tener una entrevista con mi verdadero jefe, del cual no sé su nombre, ni nada, pero presiento que esto me llevará a tener una vida mejor. Lo único que quiero es dejar atrás el pasado y continuar con mi presente.

Mía, sólo me ha dicho su nombre a secas, es la mujer que me ha contratado, y me ha comentado que esta tarde tengo la entrevista con mi jefe. Estoy nerviosa por eso, quién sabe como será, si un estirado amargado, o a saber.

Me paso la vida analizando a las personas y siempre se me escapa algo sobre ellas. Es como si nunca terminase de conocer a las personas. Todo eso ha causado mi divorcio, el fin de mi amistad con mi mejor amiga y mi hermano, y el fin del sentido de mi vida.

Lo único bueno que tengo, es mi hijo, nadie sabe que lo tengo, ni si quiera mis padres. No quería complicar más las cosas. Mi Teddy es lo más bonito que tengo, y su padre es el hombre que más daño me ha causado, mi ex marido, el cual no sabe de la existencia de su hijo, apenas hace un año que acabó nuestra relación, y mi hijo tiene tan sólo dos meses. El parto fue complicado, pero logré salir adelante.

Me visto, dejo a mi hijo con Kate, mi nueva mejor amiga, y me marcho a la empresa de publicidad más exitosa de Seattle, y quien sabe si del mundo. En fin, quiero retomar mi vida cuanto antes, y lo primero es trabajar, ganar dinero y mudarme a una bonita casa con mi hijo. La verdad es que deseo marcharme de Seattle porque aquí todos son recuerdos, y no buenos precisamente.

Tengo miedo la verdad, con Christian no lo tenía, pero ahora me siento desprotegida. Me han quitado lo que más quería, a mi alma gemela. No entiendo como fue capaz de hacerme algo así, por más que le doy vueltas no lo entiendo, no ha sido infiel, pero ha hecho algo peor, algo que jamás olvidaré y que voy a revelar en este mismo instante.

Fue un lunes por la tarde, estaba lloviendo, mis manos estaban congeladas y me quería morir del frío que estaba haciendo. Llegué a casa y mi marido se encontraba sentado en el sofá, con una copa sobre sus manos. En cuanto se dió cuenta de mi presencia, tiró la Copa al suelo y el líquido contenido se derramó manchando el suelo que recientemente había fregado Gail, mi antigua ama de llaves.

Christian se acercó a mí, y me confesó que me quería, pero que teníamos que divorciarnos. Sus palabras me calleron como un jarro de agua fría, pues la noche anterior todo estaba bien, habíamos hecho el amor, nos habíamos dicho nuestros sentimientos, y todo era perfecto. Creía que nuestro matrimonio, que duró unos meses, era perfecto.

Christian había estado conmigo mucho tiempo, pero por razones habíamos tenido que separarnos. Él era modelo en ese entonces, yo intentaba escribir un libro, el cual casi logré publicar. Ese fue el problema.

Christian, me hizo daño y me dijo que me había inventado el libro, que no me quería, que sólo habíamos tenido sexo. A todo esto, él estaba borracho. Mi corazón se rompió, porque estos últimos meses nos habíamos conocido de verdad y creía que nos queríamos.

Christian era modelo, y viajaba, nos conocimos desde las edades antes mencionadas. Para mí, desde entonces empezamos a salir, pero en realidad sólo éramos amigos con derechos, según él, y nos veíamos cada viernes.

Mi libro hablaba de amor, de un amor imposible, un amor como el de Christian y el mío. Nuestro matrimonio había sido secreto, pero según Christian lo desvelé todo en mi libro. Sólo quería hacerle saber al mundo sobre nuestra historia sin desvelar identidades. Él canceló mi libro, jamás salió a la venta y me enfadé muchísimo con él.

Christian tiene una familia difícil, y le obligarón a divorciarse de mí, en cuanto se entearon que estaba conmigo. Lo que mas me jodió es que dijo en una entrevista de la radio, que odiaba a todas las mujeres y no quería seriedad con ninguna, me la puso esa misma noche la entrevista para que la escuchase.

Me dí cuenta que nuestro flechazo, no fue más que atracción por su parte, y acabamos separandonos.

Me costó mucho que firmará el divorcio a pesar de que él fue quien me lo pidió, me llamó de todo por firmar los papeles del divorcio, y directamente desaparecí para que todo fuera más fácil. Christian me buscó pero sólo quería tenerme para joderme, no entiendo como pudo transformarse así de un día para otro.

Una vez estoy vestida, salgo de casa, nerviosa porque voy a tener mi primera entrevista de trabajo. Nunca he trabajado, mi nueva mejor amiga es la que lo paga todo porque es millonaria y las dos vivimos en una enorme casa con piscina de las afueras de Seattle.

Cojo el coche, que lo tengo aparcado en la puerta, y me dirijo a la ubicación que Mia me ha mandado por correo electrónico.

Mientras conduzco, escucho a The Fray. Un montón de cosas se pasan por mi mente, porque no sé lo que me depara el futuro.

Llego a la empresa de publicidad y en la entrada me recive una rubia digna de portada de revista. Ella me hace esperar y me avisa después de que puedo pasar a ver a mi jefe.

Respiro profundo, y camino al despacho de mi jefe, siguiendola a un ritmo lento a causa del miedo. Al parecer aquí todos son modelos de etiqueta. Los hombres van en traje y las mujeres en camisa y falda de tubo negra.

Mia me avisó de esto, así que voy vestida para la ocasion.

He cambiado mucho estos meses, ya no llevo pantalones cagados, converse, pantalones rotos, gorros y camisetas anchas. Ahora parece que me he convertido en una señorita que por primera vez se maquilla, se pinta la raya de arriba del ojo y los labios de un color rojo intenso. Cuando me he mirado al espejo está mañana, no me lo creía.

Es la primera vez que voy así de vestida, y me siento observada. Pueden mirar pero yo les ignoraré porque sigo pensando en mi ex.

La rubia se para frente a una puerta. Ahora si respiro hondo y la puerta del despacho se abre, dejando ver un despacho enorme con unas vistas panorámicas de Seattle. Un despacho sin duda que no todo jefe puede permitirse.

Observo al hombre que está de espaldas. La verdad Es que tiene un bonito perfil trasero. Impone hasta sin mirarle, y parece que va a ser bastante joven.

Mi jefe, el cuál antes estaba de espaldas, se voltea, y sus ojos grises se clavan en mis ojos azules. Conozco esa mirada, lo conozco todo porque no me ha abandonado en sueños, y no ha salido de mi mente.

Me esperaba de todo, de hecho esperaba más cualquier cosa que esto. No esperaba para nada que el destino iba a ser tan hijo de puta, como para ponerme como jefe, a mi ex.

Mi jefe, mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora