Estoy perdido. La necesito. Necesitaba besarla y volver a sentir ese placer que sólo ella me provoca. Ya no podía más, la deseaba con todas mis ganas.
Ana es la perfección. Yo no sé cómo he podido estar este tiempo sin ella, sin sus sonrisas, sus besos, y toda su dulzura. Sus intentos de cocinar, sus besos de a todas horas en cualquier parte, sus abrazos al despertar, sus te quiero esporádicos dichos porque si, porque ella así lo quería. En cambio yo he sido un gilipollas, y me he portado mal con ella. Nunca he sido bueno en expresar sentimientos, ella lo hacía por los dos.
No puedo parar de besarla, no ahora que la tengo, ya ha pasado bastante tiempo que no la beso, quitando lo del anuncio, y ya era hora. No podía más, lo necesitaba como necesito de oxígeno para respirar.
- Joder, ¡pero que beso hermano!. - Nuestro momento se ve interrumpido por el idiota de mi hermano.
Hace años que no hablo con mi hermano, pero sé que está casado y tiene un hijo. ¡Maldita la hora en la que aparece!.
Me separo de Ana de mala gana, y le asesino con la mirada.
- ¿Qué coño estas haciendo aquí?. - Le grito. Me cabrea que haya interrumpido esto, quería seguir besando a mi mujer.
- ¡Cuanto tiempo hermano!, venía a visitar a mi novia, la mejor amiga de la mujer a la que la estas comiendo la boca, la pequeña Ana ni más ni menos, estoy sin palabras. - No sabía que se conocieran.
- ¡Vete por favor!. - Quiero seguir a solas con Ana. ¿Cómo se lo tengo que decir?, ¿no ve qué sobra?.
- Eliot, Kate no está. - Ana está con sus mejillas completamente rojas. ¡Que cosa más preciosa!. ¡Que tímida mi niña!.
- Bueno, pero, ¿cómo que estáis juntos?, ¿le has contado Ana lo de tu...?. - Ana le interrumpe.
- No, Eliot, no hemos hablado aún de eso, ¿quieres que te diga donde puedes encontrar a Kate?. - Ana se pone nerviosa. ¿Qué se están diciendo entre líneas?.
- ¿No le has contado de tu matrimonio, el gilipollas ese que te dejó en tu estado...?. - Ana vuelve a interrumpir a Eliot.
- Por favor Eliot, no le he contado lo de mi estado de depresión, eso es, de tristeza porque me dejó. - ¿Seguro qué a eso se refería?.
- Ah, si claro, de depresión, no lo otro, vale mejor me callo. - ¿Qué?, no me estoy enterando de nada.
- ¡El gilipollas con el que se casó soy yo, imbécil, así que dejanos anda!. - Ya me está hartando que esté aquí.
- ¿Osea que él es...?. - Eliot mira a Ana en shock.
- Si, si que es lo que ya sabes. - ¿Qué coño me estoy perdiendo?
- ¿Qué soy qué?. - No pueden dejarme así. ¡Necesito enterarme de lo que está pasando!.
- Mi ex, eso es, mi ex marido. - Contesta Ana muy nerviosa.
- ¡Joder!, ¡que fuerte!, yo me voy. - Espera. ¿Se va a ir ahora sin darme una explicación a todo esto?.
- ¡Pero espera!, ¿qué soy qué?. - Eliot me ignora y se va.
- Que eres mi ex marido Christian, que no se lo esperaba. - Ana sigue estando muy nerviosa.
- ¡Yo no soy tu ex Anastasia!, aún no he firmado nada que nos separe, ni pienso hacerlo. - Que la quede muy claro.
- Lo sé, ya me lo has dicho. - Contesta Ana.
- ¡Siempre estas igual con los malditos papeles del divorcio!, ¡lo único que quieres es que te los firme para olvidarte de mí!. - Me jode que le vaya diciendo a todo el mundo que soy su ex.
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Mi jefe, mi Ex
FanfictionEl mundo en realidad es pequeño, por eso puede darse la casualidad de que tu jefe, resulte ser tu ex.