Capítulo 17

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Debe de pensar que soy bipolar, y conociéndole, evidentemente, no se va a ir hasta que salga y me pueda ver. Darse cuenta de que estoy entera y no estoy haciendo nada, ni que estuviera pasando datos a la competencia o yo que sé. No entiendo porque me vigila tanto, se preocupa demasiado, en mi despacho no puede pasarme nada, como mucho cortarme con una hoja, vamos que es un exagerado. Si fuera por él, la puerta de mi despacho estaría abierta. Conociéndole, como no le abra, va a tirar la puerta, claro, como tiene dinero para arreglarla pues le da igual. Tener dinero proporciona muchas ventajas.

Christian no sólo debe de pensar que soy bipolar a secas, si no que soy la reina de la bipolaridad. A veces ni yo me soporto.

- Ana, estamos pérdidas. - Me susurra Kate al oído.

- Ana, ¡abre la puta puerta si no quieres que la tire abajo!. - Ya está con sus amenazas.

- No puedes dejarle así Ana, tu hombre te necesita. - Kate se ríe por lo bajo.

- Ponte detrás de la puerta. - La digo al oído y dejo a mi niño en el carrito, por suerte no se despierta. Mira que como llore si que la hemos liado.

Kate se esconde detrás de la puerta.

- Christian, vete, que ahora voy. - Haber si así se va.

- ¡No pienso irme a ninguna parte hasta que te vea!. - Sigue en sus trece.

Abro un poco la puerta y me asomo. Christian no puede ver el panorama que tengo montado en mi despacho, es que me mata. Primero por no estar trabajando y estar de charla con alguién que no debería estar aquí al no ser empleada, y segundo por lo de nuestro hijo. Mejor no arriesgarse por ahora, quiero seguir viva un poco más de tiempo, que aún soy muy joven.

- ¿Se puede saber qué hacías?. - Está enfadado. Como no.

- Estaba pensando...en tí. - Me acerco hasta él, y le beso.

Es una táctica, a parte de encantarme claro, para alejar a Christian de aquí, y que Kate pueda salir sin ser vista con nuestro hijo.

- ¡Me estás volviendo loco!, ¡anda ven aquí!. - Le empujo hacia atrás para después abalanzarme sobre él y seguir besándole.

Mi táctica está funcionando. Le volteo y le sigo besando mientras le hago gestos a Kate para que se marche. Dirigir hasta la salida a Kate mientras beso a Christian no es tarea fácil. Por suerte está ocupado besándome y no se está dando cuenta de nada.

Christian se va a voltear pero no le dejo, y me subo a sus brazos. Parecemos dos locos enamorados, que por otra parte lo somos.

Christian no deja de besarme, mientras que yo hago un gesto con la mano a Kate para que corra. ¡Que corra por su vida!. Como nos pille Christian yo si que voy a correr.

Kate se va riéndose y consigue llegar hasta el ascensor. Menos mal. Ha faltado muy poco.

Mis compañeros se han dado cuenta de lo que está pasando, pero no se atreven a decirle a Christian. Él es bueno conmigo, pero en realidad es un jefe exigente. ¡Eso me pone mucho!. Es perfecto para mí.

- Ana, ¿y esto?. - Me sonríe maliciosamente. Le ha gustado.

- Nada, que me apetecía darte un beso. - No voy a darle más explicaciones.

- ¡Joder Ana!, me confundes, primero me dices que me vaya y después sales y te abalanzas sobre mí, ¿qué hago para entenderte?. - Sabía que pensaría que soy bipolar o algo.

- Es que he cambiado de idea, si que quería verte. - Le doy un tierno beso en la mejilla, pero él, acaba cogiendome y dándome un beso en la boca.

Mi jefe, mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora