Capítulo 29

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Tras una noche muy larga, y sin mí hijo. Trato de no seguir llorando por las esquinas, y me visto para ir a trabajar.

Mi plan es ser adorable con Christian, que vea que se ha equivocado y se apiade de mí, porque discutir y no hacerle caso, no ha funcionado.

Me pongo unos pantalones negros de campana, unos tacones negros y una camisa rosa. Voy bastante formal y parezco una ejecutiva de carácter, pero en realidad sólo soy la esclava o algo así de aún mi marido.

Christian cree que puede tenerlo todo, y lo tiene. Es poderoso, famoso, caprichoso y superior a todo el mundo. Él ha podido quitarme a mi hijo, pero yo, voy a hacer que se arrepienta de eso. Una vez conseguí que fuera tierno, en vez de lo que es ahora, un hombre frío y distante, incapaz de expresar sus sentimientos. Nunca me ha dicho te quiero, pero lo demostraba de otras maneras y yo, ya sabía que me quería, pero ahora sé que me odia, y se está comportando como alguien insoportable, pero si quiero conseguir lo que quiero, voy a tener que jugar mi papel de niña buena con él.

Él sabe mi devilidad, y yo sé la suya. Sé que en el fondo le gusta que le traten bien y le adoren, aún que no lo diga. Christian lo que necesita es cariño, y por supuesto alguién con muchísima paciencia a su lado. Él lo que necesita es que le bailen las aguas, le mimen y le den el doble de cariño, ya que él no es de darlo.

Salgo de casa y me dirijo hasta mi puesto de trabajo. Confío en que hoy va a ser un buen día. Christian se va a arrepentir de esto, lo juro.

Cuando llego a mi puesto de trabajo, me encuentro con Christian sosteniendo a nuestro hijo en brazos, esperándome en mi despacho.

- Buenos días, necesito un café en mi mesa para ahora mismo, ya sabes como me gusta

- Si, señor - Contesto sin rechistar

- Después me ordenas todas las campañas realizadas que estén archivadas, terminas los folletos de los tampax spearls, hablas con la modelo, la traes a mi despacho y ya después puedes irte

Claro, puedo irme cuando esté con la modelo. Se ve a la legua sus intenciones con ella.

- Si, señor - Aún que me joda, lo apruebo sin poner ninguna pega

Christian se acerca a mí, y posa sus manos en mis hombros, dejando a mí bebé tumbado en su carrito. Después baja sus manos hasta mis glúteos y me aferra a él.

- Ahora eres más que mía, ¿a qué si?

- Si

- ¿Y qué puedo hacerte?

- Lo que quieras, porque eres mi jefe

- Bien Anastasia, me alegra que seas tan obediente - Me acaricia por encima de mi camisa. Consigue ponerme duros los pezones. Sus manos hacen un efecto inmediato sobre mi piel, es, que me toque, y mi cuerpo reacciona al sentirle

No le digo nada, porque no sé que responder. Además, estoy excitada. Mal momento para tener ganas de sexo, ¿no?

Christian cierra la puerta con seguro, y hecha las persianas, estamos casi a oscuras, sólo está dada la luz de mi escritorio. Se aleja de mí,y toma asiento en mi cómoda silla de escritorio.

- Taylor, llevate a Teddy - Le dice a Taylor por teléfono

Taylor viene enseguida, Christian le abre y se lleva a nuestro hijo

¿Qué es lo que pretende?

¿Es mal momento para excitarse?

Christian vuelve a sentarse. No deja de mirarme, ni yo tampoco a él. No sé lo que quiere.

Mi jefe, mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora