Christian se ha pasado con esto. ¿Protegerme? ¡que gracioso mi jefe!
Después de haberme hecho tales cosas y haberme dicho semejantes ofensas, no pienso creer en sus malditas mentiras.
- ¡Ana, espera! - ¿No jodas que se ha bajado por las escaleras y ha llegado antes que yo? Cuando quiere es rápido.
- Ya me estoy alejando, déjame, sigue con tu trabajo - Ya está bien. No pienso retractarme, ni pedir perdón, ni nada por el estilo
- Te dije que me avisarás cuando salieras
- Lo he hecho, alto y claro además
- Antes no, y estaba preocupado por tí, por tu ataque de epilepsia y porque he visto tu despacho vacío y botes de antidepresivos, ¿qué coño iba a hacer?, ¿dejarte por ahí cuando tienes un problema?
- El único problema que tengo eres tú, y no digas mentiras, cuando me dió la epilepsia tu me gritaste que me había follado a otro, cuando sabes que soy incapaz
- Lo siento Ana, ¿puedes pararte por favor?, es que no quiero hablar a gritos
- Deja de seguirme, sigue a lo tuyo, ya no quiero nada de tí, ya hablaremos de nuestros hijos, ahora no
- Yo si quiero hablar
- Yo quería, pero no quisiste, así que déjame en paz, ¿puedes hacerlo?
- ¡No!, no puedo hacerlo, no voy a dejarte sola
- No me hagas reír, sólo te sientes responsable porque me has dejado embarazada otra vez, nada más
- ¿De verdad te crees lo que dices?
- Por supuesto
- Estas equivocada Anastasia
- Deja de mentirme y contarme cuentos, no quiero hablar contigo ¿vale?, es lo que tiene dañar a las personas, que las pierdes
- Es que no quiero dejarte
- Muy bien, pero yo si, se acabó Christian, tuviste tu oportunidad conmigo y la dejaste ir, no puedo estar con alguien que me hace daño
Consigo coger un taxi y alejarme de Christian. Él sólo me dice adiós por la ventanilla, yo ni eso. Entonces pienso en la cantidad de veces que le dije adiós al salir de su despacho sin recibir contestación o borderias por su parte. Mierda. Me dolió, pero bueno, no puedo estar con él, y no sólo es cuestión de orgullo.
(...)
He pasado una noche pésima, me arrepiento de lo que le dije a Christian, pero no voy a volver a lo mismo de siempre, por mucho que quiera.
Me pongo un peto negro largo y plataformas blancas para enfrentarme a mi puesto de trabajo, donde mi jefe, me ha hecho un daño que ya no tiene arreglo posible.
Me duele más a mí, que a él, eso seguro. Me duele el corazón, me duele tener ganas de besarle y tener que pasar de él. Me jode que me genere una enorme tristeza el pasar de él, cuando en teoría es lo que se merece.
¿Sabéis lo que jode no poder amar libremente a la persona que amas?, ¿querer al que te hace daño?, ¿amar al ser más frío de la tierra?, ¿seguir locamente enamorada de un ex que ya no sabes ni lo que es?
Pues jode más que nada, y es injusto. Ya no quiero seguir llorando por las esquinas por alguien que me daña.
¿Acaso él se preocupó por todo el daño que me estaba haciendo?, ¿pensó en mí y en lo mucho que me afectaría?, pues no, y no puedo estar con una persona así.
Llego a la empresa, y observo a Christian, está muy guapo, pero no le miro demasiado, sólo le lanzo una mirada y después me volteo para no verle más.
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Mi jefe, mi Ex
FanfictionEl mundo en realidad es pequeño, por eso puede darse la casualidad de que tu jefe, resulte ser tu ex.