No he podido olvidar nuestro beso de ayer. Me costó mucho contenerme cuando comimos, todo el rato tenía ganas de besarla. Mis sentimientos por mi mujer no hacen más que incrementarse. Tengo un grave problema.
Encima Ana no me ha llamado para pasar a buscarla y no me queda otra que estar en la empresa jodido y sólo. Estoy de mal humor porque no ha venido. ¿Tendrá algo que ver con lo de ayer?.
No lo dudo y la pongo un mensaje.
Hola Ana, ¿estas bien?, ¿vas a venir?.
Joder. Parezco un desesperado, pero bueno, es que lo estoy. Haber, yo creo que ella también disfrutó de nuestro beso, aún que no quisiera repetirlo. Mierda. ¿Qué hice mal?, ¿debería comprarme chicles orbit?. ¿Qué tengo mal?. Joder. ¡Que mierda todo!. Ahora aceptaría hasta una invitación por su parte de ir al maldito McDonald's todo con tal de volver a estar con ella. De los papeles del divorcio, ni hablar, no pienso firmar nada, no me separo yo de Ana ni aún que me pagasen una jubilación ahora mismo. Es que ni de coña. Su amor no tiene precio.
Mía entra en mi despacho, y al no estar Anastasia, me pilla desquiciado y en mis peores momentos.
- ¿Qué coño quieres?. - Pago mi enfado con ella.
- Christian, siento que no haya venido tu Ana, pero yo no tengo la culpa. - Coge una silla y se sienta a mi lado.
- Mía, no quiero hablar, sólo deseo estar sólo. - Estar sólo y petarle a Ana el móvil de mensajes.
- ¿Ella te tiene así verdad?, ¿la sigues queriendo?. - Joder. ¿Qué no ha entendido de que no quiero hablar?.
- Oye, gracias por tu preocupación y eso, pero ella no está, y no quiero ver a nadie más que no sea ella. - Espero que lo entienda.
- Ella te quiere Christian, además, tiene algo tuyo. - Consigue despertar mi interés.
- ¿Ah si?, ¿cómo lo sabes?. - No entiendo que es lo que puede tener mío.
Haber, la hice muchísimos regalos, todos los días la compraba algo, me transformó en un moñas. Me tragaba hasta salidas al parque de atracciones, y hasta he estado con ella en Disney World. Aún tengo las fotos.
Tengo una foto en especial, enmarcada en mi habitación, de ella con stitch, el bicho ese raro azul, que la encanta, y Mickey Mouse, y yo también salgo, de hecho ella me está abrazando. Era muy tierna, salir con ella era un sueño, cada día era mejor que el anterior. Me hacía reír, llorar de risa incluso, con sus ocurrencias, y bueno era muy detallista, y decía te quiero a todas horas a pesar de su timidez. ¿Quién me mandó a mí pedirla el divorcio?. ¡Si es que mas gilipollas no puedo ser!.
Los hechos hablan por sí solos, la pedí el divorcio pero sigo teniendo los regalos que no aceptó quedarse, sus cartas de cuando viajaba, su ropa, sus fotos. Absolutamente todo. Fue ver que firmó el divorcio y lo guardé todo en una caja que no he podido abrir. Vendí la casa en la que viví con ella, nunca más pude ponerme su corbata favorita, ni ponerme pijama, fue ella la que me regaló el único que tengo. Vendí mi coche porque en cada asiento hicimos el amor y me traía recuerdos, y hasta tuve que irme de Seattle. Nuestro fin de la relación, me supuso caer casi en coma por las drogas, y pasé a convertirme en el ser insoportable que soy ahora.
Sin embargo, aún tengo todas sus cosas, así que no sé qué puede tener mío. ¿Acaso Mía lo ha visto por Wallapop en su perfil y ha venido a avisarme?. Porque parecerá una tontería, pero me jodería que vendiera cosas que yo la he regalado. Eso significaría que ha pasado página. No como yo, que no me atrevo ni a mirar sus cosas, y sigo teniendo una foto suya que me ayuda a dormir. Estoy muy, pero que muy jodido. Parezco un hombre serio, con las ideas claras, pero es que sin ella estoy perdido, depresivo, no he vuelto a ser el mismo, porque no he conseguido pasar la página de nuestra historia, ni seguirla ni terminarla. Estamos en punto muerto.
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Mi jefe, mi Ex
FanfikceEl mundo en realidad es pequeño, por eso puede darse la casualidad de que tu jefe, resulte ser tu ex.