Capítulo 30

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Ni de broma voy a cenar a solas con el cliente. No quiero y punto.

- Señor Freud, ella es una empleada y no va a poder cenar con usted - Menos mal que interviene Christian. Además, está enfadado. Al parecer sirvo más de lo que él piensa

- No cena, no firma - Encima habla mal nuestro idioma. Paso de cenar con él

- Vale, pues no anuncio, hasta nunca - Christian le echa del despacho de mala gana

- Gracias por no obligarme a cenar con ese - Le sonrío. Igual ha decidido ser más amable conmigo

- ¡Mejor no me hables!, era importante Ana, es de los mejores clientes que han pasado por aquí, es por tu culpa que lo hemos perdido - ¿Qué?, tiene que estar de broma ¿Cómo puede culparme de eso?

- Jefe, has sido tú quien le ha echado

- Porque no querías cenar con él, y no te iba a obligar, quería algo contigo, y maldita sea, ¡tu eres mía! - Se me paraliza el corazón cuando se acerca a mí

- Gracias otra vez - De verdad que me gusta que me defienda de estas cosas

Al cliente ya le vale, firmar pero a cambio de una cita, y no se sabe que más conmigo. Ni de broma ceno con un desconocido de ese tipo. Le veía las intenciones, y no, no quiero tener nada con nadie. Bueno, si quiero, pero él conmigo no.

- ¡Es tu culpa!, ese cliente era importante, y siempre la jodes, ¿por qué coño no te quedas en tu casa?, porque me harías un enorme favor si lo hicieras - De nuevo es borde conmigo

- Quizás, ¿por qué no me dejas quedarme en casa? - Yo ya intenté dimitir

- Eres una inútil, y no haces nada por la empresa, no haces nada bien, ¡por favor vete! - No me lo creo. Es...tan...dios...no puedo odiarle porque le amo

Voy a irme pero me detiene.

- ¡Ojalá desaparezcas!

Ni si quiera me volteo. Ya paso de intentar ser amable con él, es imposible. Prefiero mantenerme alejada de él y de sus estúpidas ofensas. Cojo la puerta y me voy.

Salgo fuera de la empresa para charlar con Taylor que de nuevo está con mi hijo, cuando me cruzo con el cliente.

Una idea bastante loca se me viene a la mente. Christian cree que no sirvo, pero si consigo que el cliente firme, lo mismo me gano de nuevo su confianza.

Taylor se marcha con mi hijo, y aprobecho para hablar con el cliente.

- Hermosa dama, ¿Cómo tu por aquí? - Se enciende un cigarro

- Trabajo aquí - Le sonrío. Espero que no piense que tengo intenciones de tener algo, más allá del tema laboral

- Lo sé, eres lo más bonito de la empresa - Me sonríe

- Oye, me gustaría que firmaras, ¿lo harías por mí. - Le pongo ojitos. Si cuela, cuela

- Cena conmigo, y te firmo lo que quieras, bonita - Joder. No me libro

Todo sea por demostrarle a Christian, lo mucho que puedo llegar a hacer por él.

- ¿A las 21:00? - Me arrepentiré, pero todo sea por Christian y su empresa

- Paso a recogerte aquí mismo, hermosa, nos vemos - Apaga el cigarro y se va

(...)

No puedo creer que esté haciendo esto por mi ex. Esperar a un cliente con no muy buenas intenciones para que me firme el contrato, y acepte nuestro anuncio para su producto.

Mi jefe, mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora