Te reto a besarme. #NoEsSoloUnJuegoDeNiños.

capitulo 27. familia.

- Tn abre la maldita puerta - exige Mario con frustración.

- No hagas las cosas más difíciles Mario.
Esto se terminó y hagas lo que hagas tú y yo no volveremos a ser nada.

- solo abre - dice llorando.

- El gran Mario llorando, creí que no tenías sentimientos, digo con lo que me hiciste fue lo primero que pensé - le digo en la cara después de abrir la puerta.

Sé que le dolió, incluso a mi me dolieron mis palabras.

- ¿Vas a hablar o no? - digo desesperada - Vi todo, cada detalle ¿me dirás qué Miranda se te insinuó?  Buenos si eso pasó pero tu flojito y cooperando ¿Verdad?.

- No le hables así - dice Miranda y  me da una cachetada.

- Puedes matarme pero me dolerá más lo que hiciste, prima - escupo con asco.

- Miranda vete - ordena Mario y ella le hace caso.

- ¿Me amas? - pregunto con lágrimas en los ojos.

Mario no responde, solo me besa. Sus labios ya no se sienten igual sin en cambio le sigo el beso. Una sonrisa se apodera de mis labios y encaminó a Mario hasta mi cama. El se deja llevar y me atrae más a el.
El beso sube de nivel pero mis lágrimas lo detienen.

- lo hago como no tienes idea. Amo cada centímetro de ti - dice y me abraza - aceptaré que no me perdones pero no quiero verte sufrir y menos por mi culpa.

Yo no respondo nada. Sería tan estúpida si regreso con el. Las lágrimas siguen escurriendo y Mario me abraza con más fuerza.

- Mario quiero despertar- digo después de largos minutos- nunca había sufrido tanto. Te quiero.

El me mira con lástima y eso hace que mi humor cambié un poco.

- Quiero estar sola - digo y me separo de el - por favor.

El me vuelve a mirar y deja algo en mis manos para después cerrar la puerta detrás de él.
Observó mis manos, mis nudillos están rojos y con sangre por golpear la pared.

- Te odio - susurro al ver lo que el dejo en mis manos.

Eran dos piezas de rompecabezas en forma de dije. Fue su regalo cuando cumplimos el primer mes solo que yo me lo quité cuando se rompió.

Me acuesto en mi cama e intento dormir.

(...)

Ya son como las 10 de la noche. Yo seguiría dormida pero los gritos de mi tía Belinda me despertaron.

Antes de bajar me miro al espejo, es muy obvio que estuve llorando pero crearé alguna escusa.

- ¿Qué pasa?- digo en susurro y Diego me mira serio.

- Es cierto lo de ese imbécil - suelta con enojó.

Yo no contesto ante eso y mi tía me mira arrepentida.

- Tn, querida. Dime qué no es verdad lo que Mario dijo - mi tía me abraza .

Las lágrimas brotan de nuevo y mi tía me abraza más fuerte. Me suelta lentamente y se voltea hacia Miranda, levanta su mano y le da una fuerte bofetada.

- no lo puedo creer - dice con lágrimas en los ojos.

A mí me podra doler la tradición pero a mi tía le duele más saber lo que su hija hizo. Es su madre y se que siente una gran decepción.

Diego me toma del brazo y me jala hasta la piscina.

- cuéntame qué sucedió- me habla con más tranquilidad.

- Que te parece si lo hacemos mañana, uno nunca sabe quién puede estar detrás de la barda escuchando todo - digo con una sonrisa pero no tan grande.

- Entonces ¿Regresaras a Colombia?.

- Si - respondo segura.

- Creí que...

- México es fantástico pero al menos que me cambien a otro estado preferiré regresar a Colombia.

Diego me mira confundido y termina aceptando. Me abraza y revuelve mis cabellos.

- ¿Mañana a nadar?

-  Y en la noche a la fiesta de Villalpando - digo nerviosa ya que olvidé pedir le permiso.

- Belinda no te dejará pero probablemente ellas se encuentren muy lejos de aquí - susurra en mi oído.

- ¿Por qué? .

- Ya verás haci que mejor ve a dormir o ¿Quieres acampar?.

- Voy por la comida tu prende la fogata...

No estaríamos toda la noche despiertos pero al menos un par de horas si.

Ambos mirábamos el fuego mientras comíamos malvaviscos. Mi tía Belinda llegó hace unos minutos pero nadie a dicho nada.
Tia Belinda siempre a consentido a Miranda y por eso era fresa y delicada. A pesar de que tanto ella como mi madre tienen la misma economía gracias a mi abuelo Ricardo, mi madre no me consiente ni me da todo lo que quiero. Mi abuelo Ricardo quería meter a la fuerza a los militares a ambas hijas pero mi abuela no las obligo y solo mi madre fué soldado.

La familia es complicada, no quiero que mi madre se pelee con Belinda ya que son las más unidas de los cinco.
No leíste mal, si dije cinco.
Mi abuelo Ricardo y su esposa osea mi abuela que en paz descanse, tuvieron cinco hijos. Emma, Belinda, Angélica, Ernesto y Francisco Montiel.

Mi madre y tía Belinda son las más pequeñas, Mi tía Belinda con 32 años y Emma con 35 años. Angélica le lleva cinco años a mi madre y Ernesto y Francisco son gemelos de 43 años de edad.

Tía Angélica se fue de la casa de mis abuelos cuando cumplió los 18, mi abuelo dice que por rebeldía y bueno solo la e visto una vez.
Los gemelos viven en Puebla, ambos me caen bien aunque si soy sincera no se parecen mucho que digamos. Ellos se fueron a Puebla por qué allí es donde vivía mi abuela y tía abuela pero ambas fallecieron hace tiempo.

- Tn ¿Como te encuentras? - pregunta mi tía Belinda.

- bien solo que  ¿Podemos visitar a mis tíos algun día?.

- ¿Ernesto y Francisco?- pregunta Diego.

- Si quiero ver a mis primos, Pedro y Samuel son muy buenos no digo lo mismo de los hijos de Ernesto pero igual me gusta verlos.

- Ahora prefiere a los Montiel y ya no a los Levine - dice Diego con tristeza.

- Sabes que a ti te quiero más - respondo aventando un malvaviscos y el lo coge con la boca.

Mucho revuelto? Espero y no.
No recuerdo bien si lo e dicho antes pero Diego es sobrino de Eduardo Montiel osea el papá de Tn, nuestra protagonista.

Pedro y Samuel son los hijos de Francisco ya que Ernesto tiene tres hijos y una niña.

Lo iba a poner en el otro capítulo pero se los adelanto.

Francisco Montiel y su esposa ( la cual no le pondré nombre pero será la señora Montiel)  tuvieron dos hijos. Pedro de 14 años y Samuel de 20 años.

Ernesto Montiel y su esposa tienen a Belén de 24 años.
Angel de 19 años, Manuel de 16 y Jesús de 13 años.

Talvez no salgan mucho en la historia pero se los digo.