Realidad

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Tuvieron que pasar dos semanas en la casa de los Vinsmoke a petición de todos para que se recuperarán de las heridas, semanas en las que no se tocó el tema.

Los moretones habían disminuido, al igual que las heridas, el peliverde estaba de pie a tres metros de distancia del rubio que estaba sentado en el pasillo de la sala de los Monkey mirando hacia el bello estanque, parecía absorto en sus pensamientos.

Se escuchó un par de pisadas apresuradas y el joven moreno se abalanzaba en un abrazo al rubio, que tumbado en su espalda le decía que se quitara.

-¡¿Cuántas veces te tenemos que decir?!, no lo molestes de esa forma- Ace se acercó corriendo e intentaba desprender del posesivo abrazo de Luffy al rubio, mientras que el joven pelinegro se rehusaba y apretaba más al rubio.

-Buenas tardes Roronoa-san- era Sabo que como siempre era cortés.

-Hola- era la respuesta automática del peliverde que de inmediato volvía su vista a la pequeña batalla de Ace y Luffy, con cierto recelo en sus ojos hacia el pelinegro sonriente que abrazaba posesivamente al rubio.

-Ya te dije que Sanji es fuerte...- decía mientras abrazaba mas al rubio que empezaba a perder la paciencia, -... además el siempre me comprende- Zoro estaba por ir separar al pelinegro del rubio, cuando la voz del rubio le interrumpió.

-Luffy, ¿qué te parece un nuevo platillo?- fue como magia pues logró que el inquieto pelinegro permaneciera inmóvil y atento a cada palabra del rubio.

-¿Enserio?- le preguntaba con ilusión el pelinegro.

-Claro, vamos...- Luffy ayudaba a Sanji a levantarse y se encaminaban a la entrada, el peliverde los iba a seguir pero la mano del rubio en su pecho y su negación con la cabeza es lo que hizo que Zoro ciñera el entrecejo.

-Dejalos, solo irán al estacionamiento, además Marco y Ace los van a seguir- le decía tranquilamente Sabo, en ese instante vio cómo su vista fue del peliverde al par antes mencionado, Zoro asintió levemente.

-Comprendo que quieras estar cerca...- el peliverde se volteó sorprendido, -...con lo que les pasó en el estacionamiento es comprensible...- vaya Zoro pensaba que se refería a otra cosa.

El peliverde se le veía un poco inquieto así que Sabo le habló -¿quieres beber algo?

El peliverde negó con la cabeza -agua está bien.

Sabo tomó una jarra que estaba en una pequeña mesa, le sirvió agua en un vaso y se la dió, cuando escucharon el entusiasmo de Luffy, voltearon y vieron como Luffy iba jalando al rubio hacia donde el peliverde suponía se encontraba la cocina y eran seguidos por Ace y Marco que traía la caja que había visto el peliverde que metía el rubio en el auto momentos antes de salir de la residencia de los Vinsmoke.

Sabo sonrió, -te has vuelto tan sobreprotector como Trafalgar-san.

¡¿Qué!?, ¡Claro que no!, el peliverde negaba con la cabeza y el entrecejo marcado en claro desacuerdo, mientras el rubio esbozó una sonrisa.

-Me parece que no te has dado cuenta, supongo es normal...a la mayoría nos pasa- Sabo se tocó el mentón pensativo, -...aunque tú eres el primero en estar tan cerca,- el peliverde se le quedó viendo.

Sabo continuó -no recuerdo a nadie que haya estado tan cerca...hasta se han quedado bajo el mismo techo- Zoro no parecía sorprendido.

-Soy su guardaespaldas.

Sabo sonrió cándidamente -Sanji-san aleja a todos, hasta en cierta medida a nosotros también... pero parece que a ti no.

Zoro le observó atentamente -no es usual...- le decía Sabo, -... además de que no le gustan los guardaespaldas- el peliverde analizó la respuesta.

Entre la espada y un rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora