En el departamento del peliverde era por decir poco, un caos, no es que él fuera muy organizado era mas por cuestiones de trabajo y personales que era así: minimalista; pero en ese momento todo era caos botellas de sake, whisky incluso vodka vacías esparcidas por todo el lugar, ni hablar de la comida hace días que no comía apropiadamente.
En medio de todo se encontraba ahí sentado, había leído una y otra vez las hojas que había recibido de Duval, en aquella información estaba la de Daz Bonnes de lo que más le había sorprendido es que parecía ser el mismo archivo (salvó unos apuntes en las esquinas de las hojas que aún no lograba entender por completo), que él y su padre habían conseguido de aquellas personas extrañas, su mente viajaba a ese día hasta que unas pequeñas hojas se cayeron de entre sus manos, las miró y eran apuntes de ideas inconexas, sobre cómo hacer arrestar a Daz Bonnes y como asegurarse de mantenerlo alejado de alguien a quien no mencionan.
La tarde vislumbraba por las ventanas, Zoro parpadeo repetidas veces los ojos le ardían, no había encontrado el nombre del francotirador, había tenido una leve esperanza de encontrar algo pero, nada. Sin duda estaba cansado, habían pasado varios días desde que fue a ver a Iceburg sin mencionar la pelea que, afortunadamente los cortes que había recibido de Kuro ya estaban mucho mejor, tomo una botella que estaba cerca y bebió lo último que tenía, se fue a la cocina a buscar algo más que beber, tomó una botella de nihonshu la abrió y le dió un gran trago, no sabía dónde obtener más información estaba estancado. Vio su teléfono que tenía una docena de llamadas y mensajes de su padre, no contestó ninguno; regresó y se sentó en el sillón.
Todo el archivo que le dió Duval tenía bastante información sobre posibles negocios conectados con "el gobierno mundial", no sabía por donde empezar, los negocios y personas eran muchos sumado a posibles responsables de ciertos crímenes y entre todo ese mar no había señal del francotirador era una tarea prácticamente imposible, si visitará cada uno de esos lugares y cada persona sería una misión de toda una vida quizás más.
No sabía cómo conectar toda esa información era muy probable que el francotirador fuera la pieza que hiciera que todo tuviera sentido. Dejó las hojas a un lado y soltó el aire de sus pulmones, no sabía por cuáles lugares o personas empezar. Duval le había dicho que el francotirador se había salvado por poco, quizás estuviera en un hospital, el punto es que no sabía cuál hospital, ni siquiera sabía si en realidad estaba en un hospital.
Lo que restó de la tarde la paso pensando cómo encontrar al francotirador, no podía ir con Duval pues él mismo le dijo que no sabía dónde estaba y si Iceburg supiera le habría dicho algo.
Cuando fue por otra botella para embriagarse la abrió y tomó directo de la botella a la que le dió un gran trago, volteó hacia su ventana y algunas estrellas empezaban a aparecer en el despejado cielo, soltó un suspiro, -¿Donde estás cejillas?- por un momento pensó que él rubio también estaba viendo ese mismo cielo en ese mismo instante. Se tiró en el sillón y bebió otro poco de la botella, hace días estaba enojado con el rubio por haberlo dejado pero ahora tenía una mezcla de enojo y tristeza, no lograba tener una idea por dónde comenzar, se sentó junto a la ventana y decidió volver a leer todo nuevamente.
En algún punto de la noche se quedó dormido, había soñado con el rubio otra vez, se le estaba haciendo costumbre soñaba con él desde que desapareció, la diferencia es que está vez soñaba que tenían sexo, lo había llenado de caricias y le decía cuanto lo extraño mientras lo abrazaba. Al despertar se dió cuenta que tenía lágrimas escapándose por sus mejillas, se las quitó y se sentó en el sillón, respiro profundo llenando sus pulmones, se decía así mismo que debía tranquilizarse no servía el ponerse sentimental.
Por un momento pensó que si el francotirador estaba en un hospital podría ir con el cirujano presumido y preguntar si hubo algún hombre gravemente herido, aunque no sabía cómo era y tampoco su nombre, se detuvo en ese momento, si era francotirador podría ser militar, si era así quizás su padre lo podría ayudar o el pelirrojo, no quizás mi padre no sea la mejor opción y si voy con Shanks puede decirle a mi padre, quizás ir a husmear al hospital no era tan mala idea, además tenía algo de experiencia en eso, y dado que el hospital era parte de los negocios de los Vinsmoke y por lo que había visto tenían muchos contactos quizás tuvieran algún dato del francotirador en sus computadoras. Se levantó y caminó hacia su habitación a prepararse, pasó por su cocina en donde vio un onigiri a medio comer, lo tomó y se lo comió de un bocado, con ese bocado, se dijo, era suficiente como desayuno.
ESTÁS LEYENDO
Entre la espada y un rubio
FanficRoronoa Zoro se ve involucrado con una familia de la que desconoce el gran alcance y poder que tienen y cierto rubio no facilita las cosas. Aunque hubiera deseado no tomar el empleo ya no lo puede dejar.