Alucinación

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La doctora Kureha atendía a Gin, pues el rubio había insistido en que primero viera al moreno. Estaban sentados el rubio sostenía una toalla para la herida en su cabeza y mantenía la pierna estirada para las otra heridas, el peliverde estaba a su lado, no se habían hablado desde que llegaron ahí, la razón muy sencilla, el peliverde no le había dejado ir a ayudar a Gin y ahora el moreno tenía una bala en uno de sus costados.

Llegaba apresurado el padre del rubio a la casa, llegó corriendo al lugar donde estaban sentados.

-¿Están bien?- viendo a Sanji con la toalla teñida de sangre.

-Descuida...Gin tiene una bala en un costado- el rubio veía un poco enojado a Zoro.

-¿Y a ti que te paso?- preguntaba un angustiado Judge, viendo la toalla y su pierna.

-Nada descuida, Gin está más grave...- el rubio miraba hacia un lado.

Yonji llegaba corriendo veía al rubio y luego al peliverde, Sanji hizo un gesto con la cabeza en forma de negación.

-Creo que es mejor que hable con Law- decia Yonji mientras sacaba su teléfono.

-Espera...- Sanji se paró de golpe de la silla dio un paso, aventó la toalla, pero empezó a ver borroso y escucho al peliverde hablarle preocupado, se había desmayado.

Escuchaba murmullos a lo lejos, se quiso levantar de pronto pero una mano se lo impidió -será mejor que te quedes recostado el golpe que te diste cuando el auto volcó no es de cuidado pero sigues aturdido, de nuevo sigues exigiendote de más Sanji-ya- su vista empezaba a enfocar mejor a su interlocutor, pero con la mano del moreno sobre su pecho no se pudo sentar -¿como sigue Gin?- el moreno lo vio por un momento y soltó un suspiro.

-Verás el está siendo estabilizado por la doctora, pero ya sabes como es de necio, parece que todos en esta casa son así.

Sanji sabía a qué se refería pero omitió esa parte y pregunto -¿entonces sigue aquí?-.

El moreno sabía hacia donde estaba llevando la pregunta -sí, aquí sigue y si lo que quieres es irlo a ver, tendrás que esperar un momento más en lo que acabo con tu pierna- el rubio veía como Law ponía una banda en su pierna -Solo son 2 puntos y no dejará marca- Sanji lo sabía el moreno siempre hacia un trabajo excelente una prueba de ello era la herida que tenía en su brazo, era solo una delgada línea y un poco rosada sabía que no dejaría marca, Sanji no le daba importancia a las cicatrices pero Law le había dicho que era lo menos que podía hacer, que su deuda sería eterna con el rubio - Será mejor que fueras al hospital conmigo para descartar cualquier otro lesión- pero el rubio estaba renuente.

Cuando Law término ayudó a Sanji a caminar para salir de la habitación,el rubio vio al peliverde -¿quieres que te ayude?- preguntó el peliverde pero el rubio vio que sus heridas no habían sido atendidas, quizás a espera de que acabaran con Gin o con él, -Law será mejor que atiendas a este despistado marimo- el peliverde miraba al rubio y luego al moreno.

-Descuida puedo ir sin que me ayudes-decía el rubio, tanto el moreno como el peliverde negaron con la cabeza, así que Law ayudó al rubio sentarse en una silla -espera aquí iré a ver como va la doctora- cuando el moreno entró en la habitación donde tenían a Gin, el peliverde se quedo parado enfrente del rubio pero recargado en la pared, se vieron por unos segundos pero no se dijeron nada.

Cuando Law salió le había dicho al rubio que todavía tendrían que esperar un poco para ver a Gin - espera aquí en lo que regresamos, revisare al peliverde- ambos se alejaban y dejaron a un rubio pensativo.

Law estaba revisando al peliverde en la misma habitación donde había curado al rubio, -gracias- soltaba el peliverde, -es mi trabajo, a quien deberías agradecer es a Sanji-ya y a su familia- sí, de nuevo estaba ahí esa inexplicable devoción a esa familia.

Entre la espada y un rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora