Desvarío

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Después de un rato tanto el peliazul como la pelinegra se retiraron y el peliverde casi todo el rato la paso enfrente del ventanal pensando, cuando el rubio cerró la puerta se le quedo viendo dudando de si hablarle o no, el peliverde lo vio por el reflejo del vidrio del ventanal y se volteo, al verlo el rubio le pregunto -¿quieres algo de comer?, guarde un poco en el refrigerador- el peliverde asintió y denuevo esa parte del rubio lo desconcertaba no sabía reaccionar a esa parte era como una amabilidad inherente en el rubio pero que únicamente la veía más claramente cuando estaban a solas o por lo menos esa era lo que apreciaba con sus ojos el peliverde.

El peliverde se acercó cuando el rubio sacaba los recipientes de la comida del refrigerador y sacó un plato, el peliverde aprovechó para tomar un recipiente, sacar la comida y ponerla en el plato cuando volteo el peliverde ya habia puesto mas de la mitad de la comida en el plato así que lo metió al microondas y sacó otro plato para poner la demás comida cuando se incorporó quedó cerca del peliverde, el peliverde no se había percatado hasta que volteó y se quedó ahí estático no supo que hacer, -marimo, dame el recipiente- y es que el rubio no se había dado cuenta de su proximidad no había volteado, Zoro le pasó el recipiente y retrocedió dos pasos.¿Y eso que fué?, ¿Porque se quedó inmóvil?, tampoco es que estuviera asustado, para nada, Zoro no se asusta.

-Toma- le pasó el plato ya caliente y metió el otro, el peliverde se fue a sentar a la barra donde anteriormente lo estaba, el rubio le dió una copa de vino tinto, -no gracias- le decía el peliverde, Sanji le vió por un momento -ya sabes, estoy trabajando...- contestaba el peliverde pero dirigiendo su vista a otra parte.

-Marimillo por una copa de vino tinto, no te vas a emborrachar y la pasta se lleva muy bien con vino tinto... además estás en el departamento...- el peliverde lo sabía pero no le agradaba la idea de que si se pasaba con más de una copa fuera ponerse un poco más... abierto y con ese rubio no creía fuera la mejor opción y...si los atacaban en el departamento estaría con la guardia un poco baja.

El peliverde estaba por dar una excusa cuando el rubio sacó otra copa y se sirvió la misma cantidad que le sirvió al peliverde y le dió un pequeño sorbo viendo al peliverde.

El peliverde no tuvo de otra que imitarlo y empezar a comer - ¿porque no aceptaste ir con ellos?- antes de que se fueran el peliazul y la pelinegra, al rubio le habían propuesto salir a divertirse pero el rubio no acepto.

-No quise, eso es todo- esa era una sencilla explicación de parte del rubio...y ¿qué persona rica no sale a divertirse? Pues este cejillas, porque podía salir, divertirse, a nadie le tenía que rendir cuentas, era joven, se podría decir que atractivo sin mencionar el dinero; el peliverde intentaba descifrar la razón pero no lograba nada, comió otro poco, sin duda era de esa increíble comida.

Sanji tomó otro poco de vino, el peliverde tomo un trozo de carne y lo comió, el rubio sacó el otro plato de comida y lo dejó adelante del peliverde; el rubio tenía razón la pasta se llevaba bien con el vino y la carne estaba excelente.

Cuando el peliverde termino de comer ya casi se habían terminado la botella, el rubio le hizo compañía durante todo ese rato, aunque prácticamente no conversaron, era un silencio confortable. El peliverde se levantó y lavó los platos, se llevó la copa con lo que quedaba de vino en ella y le dió vuelta a la barra de la cocina, el rubio estaba en la sala sentado viendo hacia los ventanales, -gracias por la comida- el peliverde sacó de su divagación al rubio.

-De nada...- sonrió un poco el rubio parecía que estaba recordando algo.

-Estos días que no saldré siéntete libre de hacer o ir a donde quieras- decía el rubio pero seguía viendo a la noche despejada.

Zoro estudiaba las palabras del rubio -descuida aquí estamos bien- también suponía que diría eso, el peliverde lo sabía pero no quería dejar al rubio solo, aunque estaba esa parte del rubio que le había enseñado que se sabía defender aunque tampoco es que viera mucho simplemente vio un par de patadas además no le dijo cómo hizo para deshacerse de los hombres la noche anterior, quizás sabía defenderse pero el peliverde no sabía que tanto, pudiera ser que a nivel básico, pero ese "pudiera ser" era lo que llenaba de incertidumbre al peliverde.

Entre la espada y un rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora