Camino mientras digiriendo aquella escena por cada paso que daba recordaba las palabras del rubio y su actitud, ¿le frustraba?, claro que si y mas porque el necio del cejillas no le quería cerca. También era claro que corría peligro, ¡era obvio en su trabajo siempre era así!, aunque quizás era más peligroso a lado de ese rubio, pero él sentía que era lo correcto estar ahí con el rubio.
-¡Maldición!- por qué las paredes no cooperaban, se movían y más en ese momento.
Finalmente después de perderse muchas veces llegó, ahí estaba justo enfrente de la habitación del rubio, pero se detuvo, frente a la puerta pues no había pensado esa parte de cómo abordar el tema, el peliverde no se consideraba un orador hábil, le costaba mucho expresar lo que sentía, también había la posibilidad de que no lo dejara entrar, retrocedió un paso y entro a su habitación caminó con paso determinado hacia la shoji que daba al jardín, la deslizó y de inmediato volteó su vista hacia el pasillo, lo vio estaba sentado con la cabeza agachada, se acercó un par de pasos, vio que uno de los postes de madera de los más alejados había recibido parte de la frustración del rubio, yacía una parte en el jardín y otra suspendida en el aire solo sosteniéndose débilmente del techo.
-Vete- el rubio volteo su cabeza al lado contrario de donde se encontraba Zoro, pero este solo se acercó otro paso.
-Vete marimo- Sanji no lo volteo a ver, pero el peliverde no hizo caso y dio otro paso.
-¡Que te vayas marimo!
-No...
-¡LÁRGATE!
-No
El peliverde se acercó lo más rápido que pudo, y tomó el brazo del rubio -¡QUE TE LARGUES!- Zoro pudo ver lágrimas en los ojos del rubio que se deslizaban por sus mejillas, pero en un segundo el peliverde tuvo que bloquear una patada que lo sacó de balance haciendo que se cayera en el jardín ante la mirada enojada del rubio.
Sanji se volteo para entrar a su habitación pero giro en el momento justo que el peliverde le intentaba golpear con su puño y que el rubio esquivo por milímetros.
-¡Ahora tu me vas a escuchar!- Zoro se intentó acercar pero el rubio retrocedió sobre el pasillo y le lanzaba una patada lateral pero el otro la bloqueo.
-¡TE DIJE QUE TE LARGUES IMBÉCIL!- le dio otra patada que al peliverde se le hizo más potente que las anteriores, sí el rubio iba en serio con esas patadas, él también.
Sanji frunció el ceño pues Zoro le había agarrado de la camisa y lo acerco -no hasta que me escuches imbécil...
Sanji lo empujo para que lo soltara, los botones de su camisa salieron volando y Zoro pudo ver que tenía un moretón parecido al suyo en su definido abdomen-¡¿crees que no puedo protegerte?!... ¡¿es eso?!- pero el rubio no le contesto. El peliverde hizo el intento de agarrar su brazo pero no se lo permitió, el rubio retrocedió y con una patada de tornado en el pecho del peliverde lo mandó a volar por el pasillo.
El peliverde tosio, le había desgarrado la tela del samue, se quitó la parte superior y la lanzó enojado, - si así lo quieres...¡TE VOY A SACAR CADA PALABRA A GOLPES!- corrió hacia él y le empezó a golpear con sus puños, que eran en su mayoría bloqueados por Sanji y este arremetía con patadas que también algunas golpeaban al peliverde -¡ERES UN MALDITO IMBÉCIL!- le gritaba en medio de su pelea al rubio.
-¡MIRA QUIEN LO DICE EL IMBÉCIL QUE NO VE LAS COSAS Y QUE CASI LO MATAN!
-¡TU ERES BASTARDO QUE NO VE LAS COSAS!
-¡¿ESTAS TOTALMENTE CIEGO IDIOTA?!, ¡TE ESTOY QUITANDO UNA CARGA!, ...¡TE ESTOY SALVANDO DE LA MUERTE MALDITO IDIOTA!
-¡TU ERES EL MALDITO IDIOTA!-, el rubio había dado una patada de hacha rompiendo el piso de madera del pasillo la cual el peliverde apenas si esquivó.
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Entre la espada y un rubio
FanfictionRoronoa Zoro se ve involucrado con una familia de la que desconoce el gran alcance y poder que tienen y cierto rubio no facilita las cosas. Aunque hubiera deseado no tomar el empleo ya no lo puede dejar.