1-"Estoy dejando que mi curiosidad y amabilidad jueguen con mi vida."

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Mientras seguía caminando se preguntaba si encontraría su Maestro en algún momento ya que después de todo estaba en la nación donde había crecido.

Veía la naturaleza con una sonrisa, le gustaba admirarla, podía sentir las corrientes de magia, era abundante y era una sensación nueva que pedía nunca olvidar.

Caminaba hasta parecer llegar al primer pueblo después de la costa, se acercó con tranquilidad para admirar un poco sobre la cultura de aquella nación.

Era muy diferente a Shurima y eso le llamaba la atención, solo podía sonreír aunque también se preguntó... Si alguien talvez tenía una pista de quien quería encontrar, quería saber.

Sin darse cuenta había salido de aquel poblado y tomado camino de nuevo por el bosque, aunque era un poco monótono después de un tiempo hasta recordar algo que amaba mirar con atención.

Miro al suelo y de ahí levantó un roca con una sonrisa.— ¿Las piedras también transportarán magia?— Se preguntó en voz alta con una sonrisa.

— Claramente, todo aquí tiene magia.— Le respondieron haciendo que lanzará la piedra a alguna parte con miedo.

— ¿Quien está ahí?— Preguntó un poco preocupada y tratando de calmarse.

De pronto una persona salió entre los árboles, desde lejos parecía un humano común pero poco a poco se acercaba podían notarse sus facciones de animal.

— Más bien... ¿Que es lo que eres?— La morena estaba sorprendida, era la primera que veía ese tipo de especie.

— ¿Eres extranjera? Ah y soy un Vastaya.— Respondió con una sonrisa.

— Si, vengo de Shurima, la nación de la arena... Y dime... ¿Que es un Vastaya?— Miraban con una sonrisa unas pequeñas orejas y una cola, era un gato... Una persona gato.

Los dos comenzaron a caminar conversando muchas cosas, los dos hablando de sus naciones y claramente sus nombres, un largo tiempo había pasado hasta que había anochecido un poco.

— Así que... Ten... ¿Donde descansaras tu?— Preguntó la morena con una sonrisa.

— Me iré a casa, no queda muy lejos... Pero es bueno saber que algunos extranjeros sean buenos.— Respondió con una sonrisa a lo que Taliyah se sintió un poco preocupada.

Le había hablado sobre la guerra de Noxus y le preocupa aquello, habían destrozado este lugar, aunque ahora de veía mejor que nunca, no podía pensarlo.

Los dos se despidieron y siguieron sus caminos, había descubierto algo por parte de aquel nuevo amigo, eso era de cómo saber quién era a quien buscaba y como encontrarlo.

"— Suena a que buscas a el aprendiz de el Clan de las Sombras... Es muy peligroso para alguien como tú acercarse a ese lugar... Como también es peligroso buscarlo, ellos no temen quitar vidas.—" Recordó el comentario de aquel Vastaya.

Estaba solo un preocupada esta vez, entendía el peligro en el que estaba con solo escuchar lo que hacían pero tenía una misión y quería cumplirla, si había podido ayudar a su nación porque no con esa simple misión.

Siguió caminando por un largo tiempo hasta que decidió descansar, busco algunas ramas y encendió un fuego, en ese lugar no hacía tanto frío como lo hacía en Shurima pero algo de calor por las noches no le molestaría.

Miraba las estrellas preguntándose qué tipo de persona pudo controlar a un alma Darkin, sabía que era peligroso y rápidamente te consumiría... Pero podía notar que había algo más que ella nunca sabría.

El Verdadero Sentimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora