El Verdadero Sentimiento.

54-"Tu atención solo a mi."

— Hey, Kayn.— El nombrado que se habia distraído con una presencia miro de nuevo a su nada que le pedía que se acercara.— Creo que lo mas peculiar no es la maldición.— Respondió la morena.

— ¿Te dijo que si?— Pregunto con confianza.

— Ni siquiera me respondió correctamente pero... Llamas demasiado la atención.— Dijo Taliyah mirando directamente a Rhaast.

— Hey.— Kayn la tomo del rostro.— Tu atención solo a mi.— Eso la hizo sonreír.

— Si, lo se pero... No lo se, ¿Que es lo que necesita a cambio de enseñarle a forjar aquel filo?— Preguntó la morena solo moviendo sus ojos.

— Vuelvo a comentarlo, bromeas, esa cosa que lleva...— El hombre miro al arma algo temeroso.— Es suficiente como para querer aprender a afilarla.— Bromeó pero aquello fue de mal gusto para el Joniano quien ya lo estaba amenazando con Rhaast.

— Solo digame, aprendo rápido... Y usted no tendrá problema alguno.— Amenazo Kayn hacia el hombre.

Unas horas después la pareja salía de aquel lugar, Taliyah algo aburrida pues nunca la dejaron ayudarlos o escucharlos por lo que estuvo sentada ya que tampoco podía irse, a su pareja no le gustaba que se alejara.

— ¿Acaso tan sencillo fue eso? Sonó como un afilado normal...— Respondió Kayn aun pensativo.

— Tal vez es la experiencia del herrero lo que cuenta al final... Solo debes practicar hasta darle un filo que destroce una ciudad entera sin problemas.— Comento Taliyah para después adelantarse.

Aquel Joniano miro hacia donde se dirigía, era al mismo puesto de la adivina donde la había alejado, aquel lugar no le gustaba, le daba una mala espina y el nunca se equivocaba en lo que se veía además de sentir.

Se acerco a ella para alejarla del lugar pero era tarde, los dos habían entrado.— Zenit.— Escucho a su pareja aquel nombre y abrazando a la adivina, le molestaba.— Ha pasado demasiado tiempo, no puedo creer que sigas aquí.— Comento la morena muy feliz.

— Bueno, de algo se tiene que vivir aparte de hacer algunas cosas...— Menciono la mujer riendo.— Aunque lo mas sorprendente eres tu, mira, has crecido como toda una mujer, una mujer aventurera y claramente elegante al estilo Shurima.— Sonrió para después mirar a Kayn admirándolo de arriba a abajo.

— Zenit...— Menciono Taliyah algo molesta.

— Lo siento, solo es peculiar que alguien tan grande como el este con algo tan delicado como tu, espero que no tengan problemas en ese tiempo.— Bromeo avergonzando a la morena.

— ¡Zenit!— La mujer seguía riendo mientras que el Joniano tenia curiosidad sobre a que se refería.

— Dejando las satisfacciones de pareja de lado, ¿Quieres que vuelva a leer tu futuro?— Pregunto emocionada.

— Ah, no, no lo necesito, creo que ahora mi futuro sea realmente una sorpresa.— Menciono Taliyah orgullosa.

— Si llamas sorpresa al punto de que casi caes en una trampa por haber dado tantas vueltas en el sol, si, lo creo.— Comento Kayn avergonzado mas a su pareja.— Un gusto en conocerla... Zenit.— Menciono con un tono serio, no le agradaba ni el lugar ni la mujer.

— Un gusto... Shieda Kayn, no quiero ser muy... Mala persona pero, realmente hay algo en ti que no me agrada.— Dijo devolviéndole la mirada.