43-"Si no hay misterio, no hay aventura."

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Taliyah despertó por el rayo de sol que escapaba por la ventana de aquella casa de piedra, por alguna razón se había colocado en el ángulo correcto en el que la molestaría.

Con un bostezo miro a su alrededor aun pensativa del porque ella ahora tenia los recuerdos de aquel Darkin pero al mirar a su pareja todos aquellos pensamientos se fueron en un instante.

Aquella noche Kayn se había pasado todo el tiempo molestándola, diciendo cosas vergonzosas y a veces algo cursis, la morena solo se sonrojo recordándolas pero eso la hizo sonreír, ya tenia una relación algo más "Estable" aun recordaba cuando regañaba o se enojaban alguno de los dos por cosas sin sentido.

Como cuando ella se enojo porque Kayn había peleado en un jardín de flores que destruyo lo cual la hizo enfadar pues ella fue la que dejo las semillas hace meses para hacer crecer las plantas con el tiempo, si, eran cosas muy tontas al parecer.

De pronto el Joniano comenzaba a despertarse, Taliyah solo se acerco a el y besaba sus mejillas, según ella era una recompensa por lo de ayer.

— Hoy alguien amaneció muy atrevida.— Se burlo Kayn acariciando la mejilla de ella.

— Bueno, es lo mínimo que debería de hacer para despertarte Tahabab...— Comento con una sonrisa para alejarse. Buenos días Shieda.— El nombrado se acerco a ella cerrando un beso.

Rápidamente los dos se alistaron para continuar el viaje, no habían avanzado mucho y aun no llegaban a la capital la cual sería su primera parada, después de ahí podía decidir ir a donde querían ir además de investigar lo que Zed les había pedido.

— ¿Crees que algún día dejara de hacer tanto calor?— Pregunto Kayn moviendo lo que era un abanico de aquella región, un regalo de la tía de la morena.

— Preguntas algo de lo cual nos enorgullece, de hecho me siento especial en Shurima por poder soportar este clima.— Comento orgullosa de si misma.

— Si, claro, por eso eres de ese color.— Se burlo pero lo único que logro con ese comentario fue un golpe en el estomago que no esquivo porque sabia que se lo merecía.

— Sabes... Ser diferente me trajo muchos problemas en Jonia mientras estaba sola, no creo que pueda tomarlo otra vez a la ligera.— Respondió melancólica.

— Tienes razón, por eso a mi dama le regalare piedras preciosas.— Kayn de su bolsa saco lo que era una pulsera de diamantes y se la entrego a Taliyah. Lo olvidaste, es tu cumpleaños.— La Shurimiana tan solo miro a su pareja sorprendida, el tenia razón.

— Dioses... Creo que ahora comprendo porque todo lo que hiciste ayer...— Rió nerviosa pero antes de que pudiera tomar su regalo Kayn lo alejo.

— Creo que estas confundiendo todo, ayer hice lo que quería porque no me gusta verte sufrir y solo esta pulsera es parte de tu regalo de cumpleaños. — Comento pero aun no le entregaría el objeto hasta que le diera la respuesta.

— Sabes... Pudiste haber dicho que también era parte de mi regalo... Sabes que me encanta estar contigo.— Ella con una sonrisa trato de alcanzar la pulsera pero solo cayo en el pecho de su amado haciéndola reír. ¿Hay algún trato por querer mi regalo?— Preguntó juguetona.

— Claro que lo hay, aunque sea tu cumpleaños quiero divertirme linda.— Sonrió colocando su frente con la de ella.

El Verdadero Sentimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora