El Verdadero Sentimiento.

40-"No dejes de sonreír como ahora."

Taliyah solo mezclaba la comida, Kayn estaba atento también a lo que hacia, siempre lo hacia cuando ella cocinaba pues aun le sorprendía como es que podía hacer comidas tan... Extrañas.

— Esta listo, ¿Quieres probar? Shieda.— Pregunto al nombrado que no dudo en ser verse un poco y probarlo, rápidamente se acabo su porción asustando a Asolen.

— Si, es igual de delicioso que la primera vez, sabes lo que merezco al respecto de esto.— Taliyah solo río y miro a su amigo.

— Ya esta listo, puedes probarlo asolen y... Creo que esta vez tomaremos un gran porción.— Menciono nerviosa tomando una vasija mas grande y comenzar a servirse.

— Si, lo entiendo, no te preocupes, no creo que haya problema con eso, quien sabe si aun confían en mi... Ya sabes, posiblemente muchos no coman.— Suspiro con angustia.

— Tranquilo, tendrán confianza en ti.— Comento con una sonrisa para después irse junto a su pareja.

Los dos llegaron a su habitación, Kayn de inmediato comenzó a comer, le encantaba aquella comida y mas con su ingrediente favorito.

— Quien diría que te encanta comer una dalila.— Se burlo la morena de su pareja.

— Oh bueno, no la había probado hasta que tu me hiciste comerla.— Respondió con tranquilidad.

— Aunque fue un accidente pero no creo que sea una disculpa la que tenga que darte.— Se burlo de nuevo, esta vez se acerco a el y limpio el rostro de rastros de comida.— Sigues olvidando algunas partes para gustarte tanto.— Ella se levanto,  camino hacia sus cosas y saco un papel para comenzar a escribir.

Mientras aquel ninja comía la morena escribía la carta que enviaría a Shurima, sabia como haría para llevar a Nasus y era lucha información así que lo enviaría como un paquete.

Los dos suspiraron y se miraron.— ¿Terminaste?— Preguntaron al mismo tiempo.

— Bueno, ¿Crees que Zed me deje entregar la información?— Pregunto la Shurimiana levantándose tomando firme aquel paquete.

— Si, posiblemente también va aprovechar aquello... Será mejor ir a avisar.— Se levanto limpiando su rostro y tomando aquel tazón ya vacío.

— Dejaremos el recipiente.— Los dos salieron tranquilos hacia la cocina pero al llegar al lugar estaba lleno de ninjas... Y no era por otra razón que por la comida.

— ¡¿Como que ya no hay?!— Pregunto un ninja enojado.

— ¡Siempre hacías mucha comida con veneno para ahora decir que no hay, idiota!— Grito una Kunoichi hacia Asolen el cual estaba a punto de reír y decirles la verdad.

La pareja solo decidió dejar el recipiente desapercibidos, tenían algo que hacer y no pensaban en colocar orden, bueno, tampoco es que tuvieran el poder para hacerlo... Bueno, Kayn lo tenia pero no quería.

Los dos llegaron a la puerta de donde se encontraba Zed, Taliyah respiro profundo, lo que haría era algo que convenía a todos, dejar la información significaba quedarse en Jonia, tan solo lo pensaba de esa forma.

Entraron al lugar, era oscuro, la morena siempre que estaba ahí no se sentía muy cómoda hasta admirar los ojos rojos de la mascara de aquel líder.