Especial de San Valentín.

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Era de noche, Taliyah caminaba por los bosques, juntaba plantas medicinales pero su vista siempre estaba a un pueblo cercano en Jonia.

El lugar se veía tan brillante, por lo que había escuchado de Kayn era un festival, pero nunca le dijo sobre que era.

Miro una de las flores que recogió, la olió y sonrió, le gustaba La flora de aquel lugar. Habían pasado algunos meses después de que había aceptado a Kayn como su pareja y los dos tenían muchas cosas que hacer.

Ella decidió encargarse del cuidado del dojo y acompañaba a algunas misiones a su pareja pero no era muy común. Se levantó de su lugar.

Su ropa era diferente, era un vestido tradicional de Jonia pero en color negro y una cinta azul, en su cabello había cambiado sus piedras por un lazo usado de diadema de color azul.

Caminaba de vuelta al Dojo pero sabía que no estaba sola.— Bienvenido de nuevo Shieda.— Comento mirando detrás de ella siendo abrazada por el nombrado.

— ¿Saliste sola?— Preguntó alejándose para verla.

— No siempre estaré protegida, se cuidarme y tu más que nadie lo sabe... Pero si, salí sola, después de todo solo quería reunir un poco de medicina, por si pasa alguna situación.— Sonrió acariciando el rostro de aquel ninja.

— Tienes razón...— Dijo dejando escapar un suspiro.

— ¿Paso algo?— Taliyah estaba preocupada.

— No, es solo que... Parece que ahora tengo a alguien a quien debería haberle informado de este día.— Rió en lo bajo.

— ¿Me dirás del porque del festival de aquel pueblo?— Él asintió.— Lo presentía, te escucho.—

— El festival celebra el regalo al amor, más bien, este día es para que las mujeres le regalen algo a su pareja... ¿Tienes algo que regalarme?— Preguntó con una sonrisa traviesa.

— No, pero... Tal vez si puedo dar una vuelta por aquel pueblo...— Taliyah miro a la dirección de aquel lugar brillante entre todo el bosque.— Seguro que encontraré algo para ti.— Sonrió.

Los dos se dieron un beso algo largo, se separaron, Kayn cargo a Taliyah en su espalda y comenzó a correr hacia el pueblo.

Entraría sola ya que Kayn era conocido de ser el aprendiz de Zed mientras que Taliyah aún si era conocida por estar en aquel clan de sombras era alguien siempre de buenas intenciones por lo que ella era bien tratada por la mayoría de personas.

Después de algún tiempo, escuchaban la música del lugar, era un sonido alegre y movido, antes de llegar se detuvieron, hablarían sobre lo que harían.

— Se que no me dejaras ir sola.— Rió la morena con felicidad.

— No, no te dejaré... ¿Tienes algún plan como siempre?— Preguntó con acercando más a su pareja con su brazo en la cadera de ella.

— Si, ¿Porque no primero me compro algo de ropa? Aunque... Dejé lo que Zed me dió en el Do-.— Kayn movía una bolsa pequeña con un cascabel de color amarillo en su mano.— ¿Planeaste esto o querías comprar algo para mí?— Preguntó con una sonrisa.

— No lo sé, tal vez pensé en que podías necesitar.— Le dió un beso corto y le entrego la bolsa.— Hablame cuando me necesites o mejor... Te estaré vigilando de cualquier parte.— Beso la mano de ellos haciéndola sonreír.

El Verdadero Sentimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora