El Verdadero Sentimiento.

72-"¿Porque me dejaste en el peor momento?"

— ¡Sienna! ¡¿Dónde estás?!— Una pequeña niña reía escondida bajo las raíces de un árbol, parecía estar escondiendose de su padre.

Kayn por otra parte la buscaba por todos lados, aunque se estaba divirtiendo estaba más que preocupado por lo que le pasará aunque le sorprendía que a veces no necesitaba preocuparse.

Miro por todos lados hasta recordar que su esposa le había dicho que había comenzado a esconderse en las raíces, miro hacia un árbol con raíces grandes y se acercó lentamente.

— Oh, bueno, creo que no te he encontrado... Supongo que no podré mostrarte tu... ¡Arma nueva!— Se asomo en aquella raíz pero la pequeña no se encontraba ahí.

— Papá.— Sienna estaba en la cima del árbol con una sonrisa y riendo.— ¡Casi me encontraste pero eres muy malo jugando!— Se burla para bajar del árbol rápidamente pero con cuidado.

— No soy malo jugando, solo no estoy tratando de asesinarte.— Se burlo del momento.

— Papá no, si me asesinas, ¿Quien cuidara de mamá?— Aunque Sienna parecía decirlo enserio solo lo decía para que siguieran jugando de aquella forma.

— Tienes un punto a tu favor.— Suspiro rendido para después cargarla.— Será mejor irnos, dijiste que querías aprender a manejar la espada hoy.— Comento caminando de vuelta a su hogar.

— Si, si, quiero mover la espada como tú lo haces.— Estaba muy emocionada de tan solo imaginarlo.

— Bueno, yo no uso una espada pero se usarla, es lo más fácil de aprender.— Dijo orgulloso de su comentario.

— ¿Que no lo más fácil de aprender es huir?— Menciono confundida.

— Bueno, si y no, es algo que no podemos centrarnos ahora pero, te conseguí una espada a la medida.— Los dos seguían conversando mientras iban a casa, era un día normal para ellos.

Entraron a aquella casa que los hizo oler de inmediato la comida que estaba haciendo aquella mujer que tanto amaban y apreciaban, el bajo a la pequeña de sus brazos e inmediatamente corrió hacia la cocina.

— Oh, Sienna, hola de nuevo.— Saludo Taliyah cargándola y saliendo de la cocina.— ¿Y quién ganó en las escondidas?—Pregunto curiosa con una sonrisa.

— Yo. Papá es muy malo jugando.— Comento orgullosa aquella pequeña.

— Seguramente... Si lo sea.— Se burlo haciendo que aquel mayor se acercará a ella a abrazarla.

— ¿Crees que sea bueno contarle como escapaste de mi por un año solo porque Zed pensó en ti como una amenaza?— Comento burlón haciendo que su mujer solo suspirara.

— ¡¿Escapaste del abuelo?!— Pregunto Sienna sorprendida de saberlo ya que para ella, su abuelo era alguien grandioso y casi perfecto por las cosas que sus padres habían contado.

— Claro, bueno... Más bien el me dejo libre aunque aún me vigilaban y vigilaban que alguien no intentará acercarse a mi...— Rió en lo bajo.

— Vamos, no me iba a contener por mucho tiempo Zed, puede ser un gran hombre pero al menos entiende de sus errores... A veces.— Se burlo pero solo hizo creer más a su hija que era más perfecto.

La pequeña pidió que la bajarán y subió a su habitación dejando a sus padres solos, ahora la situación era tensa.

— ¿Enserio te irás a Shurima?— Pregunto Kayn abrumado, el había llegado la noche anterior y escucho lo que su esposa tenía preparado... Algo que no le gusto para nada.