El Verdadero Sentimiento.

3-"Intenta lo que te dará la muerte."

Los dos se miraron fijamente, estaba preparados para pelar una vez más aquella noche, Taliyah aún comprendía muy poco su alrededor con todo lo que había visto y experimentado... Pero sentía que cada cosa era una gran lección que nunca debía olvidar.

De pronto, aquel joven comenzó a correr hacia ella queriendo dar un ataque directo pero ella pudo esquivarlo a tiempo y devolver el el ataque mandando lejos a su contrincante el cual parecía que el golpe no han causado nada.

— Aún no comprendo porque haces esto, tu fuiste el que iniciaste esto.— Comento la Shurimiana sin mucha expresividad al hablar.

— ¿Recuerdas quien invadió nuestro territorio? Deberías al menos pensar en tus palabras.— Respondió Kayn con odio y una sonrisa de orgullo.— Así que todo lo que digas no servirá en nada.— Por un momento había desaparecido aquel chico sorprendiendo a la morena.

Ella miró por todas partes hasta darse cuenta... Que debía protegerse lo antes posible, creo unas rocas alrededor de ella pero aún así el arma de su enemigo había roto a la mitad aquellas piedras con facilidad... Pero también había desaparecido.

— ¡Deja de esconderte y lucha como es debido!— Grito aquel aprendiz de la sombra mirando a todas partes para darse cuenta que algo comenzaba a moverse en sus pies.

Dió un salto e iba a atacar pero las rocas lo habían encerrado junto con una gran cantidad de agua en una esfera pero había aún un poco de aire para que pudiera respirar.

Taliyah respiraba con dificultad, sabía que no había ganado pero podía ser suficiente para retenerlo y hablar con el... O intentaría hacerlo.

— ¿Puedes escucharme?— Preguntó la morena pero no recibió respuesta alguna.

Sabia que no podía dejarlo libre, podría fácil terminar con ella pero era la única forma en la que podía hablar con el.

Soltó aquella esfera con el agua, el por lo visto seguía ahí, respiraba con dificultad por la falta de oxígeno y el gran agua que había.

— ¿Porque no puedo hablar contigo sin que trates de asesinarme? ¿Que acaso no te interesa porque estoy aquí?— Preguntó con preocupación, no se acercaría, sabía que podría morir en un instante.

El la miro con odio.— ¿Porque debería? No importas para nada, pero después de haber derrumbado una parte de nuestro gran edificio mereces la muerte.— Respondió levantándose.

— Lo siento por aquello, es solo que aunque no lo hubiera hecho... No hubieras cambiado de opinión...— Comento con seriedad, ella pensaba que la culpa era de ellos por haberla llevado a su guarida sin asegurarse de saber que es lo que podía hacer.

— Tu caminaste por nuestros territorios, es suficiente para querer capturarte y aún así fuiste difícil.— Sonrió para después recordar que ya habían pasado muchas oportunidades para asesinarla.

— Entonces, Kayn, te diré mis verdaderas intenciones poco a poco con nuestras peleas... Ya que tal vez... Nosotros volveremos a encontrarnos una y otra vez.— Dijo con una sonrisa.— Quiero el arma que llevas, necesito traerla de vuelta a dónde pertenece.— Apunto al arma con su mano, iba enserio.

— ¿Que acaso no lo notas?— Pregunto sarcástico aquel joven.— Ya no hay vuelta atrás, está arma es mía y no lograras quitarmela de las manos tan sencillamente.— Se estaba preparando para atacar, no tendría piedad.