El Verdadero Sentimiento.

15-"Tal vez... También porque siento que es algo más."

Se escuchaba el metal chocar en medio del bosque, de un lado a otro, era una batalla reñida pero ninguno de los dos se rendía. Akali lanzó una bomba de humo, pensó que eso le daría una ventaja pero fue todo lo contrario, también había perdido de vista a su enemigo.

Lo busco cerca hasta tener que esquivar un ataque por la espalda, estaba cerca de haber perdido pero no sé dejaría engañar se nuevo.

Siguieron luchando, Kayn cada vez estaba más impaciente, las preguntas en su mente, los gritos de Rhaast pidiendo más sangre y su pensamiento de misión lo estaban consumiendo en la batalla y no sabía porque, era la primera vez que se sentía de esa forma y la odiaba por no saber porque.

De pronto los dos ninjas quedaron a menos de un centímetro de atacarse y terminar aquello, se miraban fijamente. Akali tenía una mirada tranquila mientras que Kayn seguía enojado. La Kunoichi se quitó la tela que cubría su boca y se estaba acercando poco a poco para intentar besarlo.

Kayn solo la golpeó en el estómago con su poder y con el filo de la guadaña la hirió gravemente pero no la asesino.

— Te dejaré vivir, solo porque le eres importante a ella.— Comentó para seguir con su camino con prisa, comenzaba a llover en el lugar.

Akali solo colocó sus manos en la herida, sabía que había caído en lo bajo... Como también había dado su confianza a la persona equivocada, pidió venganza pero sabía que no iba a ser contra su amiga, sino contra Kayn.

Por otra parte entre los árboles se veía correr una sombra con prisa, aquel joven solo quería encontrarla y que estuviera a su lado, llegó a un lugar exacto, una casa, esperanzado entro cruzando las paredes por si había trampas pero no había rastro de los dos, quería gritar de furia pero por suerte otro patrón estaba siendo dejado, no dudó nada en seguirlo.

Mientras tanto Taliyah y Jhin se refugiaban en una cueva, la joven preparaba algo de comida de nuevo mientras el hombre limpiaba sus armas y veía sus cosas.

— Huele delicioso lo que preparas, ¿Es comida de tu nación?— Preguntó el artista con interés.

— No, lo aprendí mientras viajaba por Jonia... Existe tanta cultura aquí, aún si lo he hecho por una misión es interesante conocer más el mundo.— Sonrió la Shurimiana apreciando la lluvia, le gustaba el sonido.

— Y siendo tan joven... ¿No te has hecho la pregunta de que es lo que quieres como persona y mujer?— Una pregunta de esa manera solo hizo reír a la joven.

— Señor Khada Jhin, puedo ser joven, puedo no saber lo que quiero, pero si soy feliz como estoy no creo que haya algún interés o pensamiento como ese.— Respondió con una sonrisa.

— Ya veo, pobre del chico.— Susurró aquello pero aún así Taliyah lo había escuchado, decidió no decir nada.

— ¿Y usted ya sabía que quería esto para su futuro?— Preguntó algo curiosa aquella morena.

— Claro, el arte es más que hermoso, más que solo crear, se debe vivir y comprender, es algo que decidir vivir... Cómo que también solo cuatro necesitas como respuesta.— Respondió Jhin tomando su arma apuntando al cielo.

— Se nota que ama mucho lo que hace, es de gran admiración para personas como yo.— Sirvió un poco de comida en un plato de piedra que ella hizo y se lo entrego a su compañero.

Taliyah miro a la lluvia, pedía que Kayn estuviera bien, no sabía porque lo había pedido pero algo dentro de ella quería que se cuidara de todo.