62-"Y esa es mi mujer."

85 9 6
                                    

Llegaron a la frontera con Ixtal cruzando el bosque, aquel lugar les hacía estar más tranquilos que un desierto y no entendían porque, tomarían el mismo plan pues así como parecía había otro puerto cerca, uno igualmente Noxiano.

Siguieron el mismo recorrido cruzando las montañas y los ríos, pero está vez no se detendrían aún si los atacaban, pensaban que ya habían perdido suficiente tiempo aunque también perderían un poco más descubriendo correctamente el barco.

En tan solo algunos días arribaron el barco correcto con las cosas necesarias, de nuevo se mantenían escondidos en la sala de provisiones, por suerte ese barco iba directo y en un día y medio estaría de vuelta en Noxus.

— ¿No te sientes presionada?— Bromeó Kayn encima de ella.

— ¿Presionada a qué? Shieda, solo vamos de regreso a casa.— Comento con tranquilidad.

El nombrado dejo a su esposa y se movió hacia un lado, sabía que tenía que decírselo directamente pero ella le diría un rotundo no, Taliyah había entendido que es lo que quería su hombre pero no se sentí dispuesta en un lugar como ese, sin olvidar que si alguien la viera o escuchara despertaría su cólera y mataría a todos.

— Enserio le quitas la emoción a todo.— Menciono el en burla.

— No es que no quiera, solo no quiero hacer tonterías por errores, ya sabes, no estaría dispuesta a que alguien pueda saber lo que estamos haciendo.— La morena realmente estaba muy nerviosa.

— Oh vamos.— El la tomo del brazo atrayendola para sentarla en sus piernas.— Solo un poco.— Sonrió.

Taliyah no parecía convencida, aunque sabía que su esposo ya le había advertido de los lugares no se sentía segura, sentía que no podría vivir con aquella vergüenza.

— Solo susurra todos tus gustos, no es como si no te gustará susurrarlo.— Comento Kayn para morder la y besarla del cuello.

La Shurimiana sabía que no podría decir que no, realmente quería pero no le gustaba que pudieran descubrirlos. De pronto la puerta se abrió deteniendo a los dos, estaban escondidos pero no tenían que hacer ruido. Mientras los pasos sonaban por todo aquel lugar buscando la provisión exacta los dos se miraron fijamente, Kayn pidiendo proseguir y Taliyah respondiendo con negación. De pronto aquel Joniano mordió el hombro de ella haciendo que ella tuviera que guardar su grito por el dolor.

Por suerte los pasos salieron con lo que necesitaban y cerro la puerta, ella de inmediato dió una cachetada así pareja la cual solo sonrió.

— Lo siento Kayn, pero te lo advertí.— Dijo ella con seriedad pero realmente estaba preocupada por el golpe que le había dado.

— No pensé que ese golpe fue suficiente para darme cuenta de que realmente estás dispuesta.— Sonrió con lujuria para seguir tocandola.

Taliyah realmente no quería pasar por algún inconveniente pero también quería hacerlo por lo que por solo esa vez solo pensó que no sería malo.

Al día siguiente el barco había arribado, los dos salieron por detrás, aún estaba algo oscuro por lo que nadie los notaría, Taliyah creo un camino de piedra y lo recorrieron deprisa para que nadie los notara hasta por fin llegar a tierra firme.

Los dos respiraban con dificultad por haber corrido para que nadie los notara.— Creo que ya de dieron cuenta de que estuvimos ahí.— Bromeó Kayn a lo que su esposa solo lo miro con enojo.

— Solo era un recorrido tranquilo, lo volviste un camino cansado.— Se cruzó de brazos con un poco de enojo.

— Oh vamos, no vas a decir que no disfrutaste todo el camino, solo gemiste mi nombre.— Comento para seguir su camino.

El Verdadero Sentimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora