51-"Mi mujer puede cambiarlo, más no debería ayudarte."

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— ¿No te hicieron nada?— Pregunto ella preocupada observando todas las heridas de su pareja.

Trato ella de levantarse y tomar aquellas vendas pero Kayn no se lo permitió, tampoco la dejaba moverse.

— No lo hagas, no necesitas moverte, solo descansa.— Comento con seriedad.

Shieda, me preocupas, si tu también estas mal a mi me afecta, solo dejame ayudarte... Mi brazo estará bien... Tu estarás mejor antes que yo, por favor.— Suspiro ella.

Al final el Joniano se lo entrego, aunque no estaba seguro de lo mismo. Ella comenzó a curarlo y vendarlo, sabía que tendría mas cicatrices que antes, no le gustaba aquello... Ni siquiera las que ella había causado.

— Aun no respondiste mi pregunta Tahabab...— Susurro la morena terminando de vendarlo.

— Creo que, para estar aquí de esta manera debes de obtener tu misma la respuesta.— Respondió con normalidad.

— Aun no lo se, pudiste haber hablado de algo con ellos... Estuve dormida... Estuve débil ante una batalla yo... Lo siento Kayn, solo... Fui una tonta y...— La morena solo guardo silencio, no recibió alguna respuesta, sabia que estaba en lo correcto.

— Seguimos aquí. Piensa en tus errores ahora, no volveremos a cometerlos Taliyah.— Respondió con seriedad.

La nombrada estaba sorprendida por el tono en que le hablaba, ella se dio cuenta de que una parte de el estaba enojado con todo... Se preguntaba si tan mal podía ir la situación.

— Estas en lo correcto.— Ella se levanto del suelo, era cómodo pero no seguiría sin saber nada a su alrededor, estaba a punto de caminar pero su pareja la había tomado del brazo y la había atraído.

Taliyah estaba sentada en las piernas de su amado confundida de la acción, aun mas confundida con aquel abrazo repentino, pero sentía que el lo necesitaba mas de lo que imaginaba, sentía como el la apretaba con fuerza, se preguntaba si temía demasiado perderla... Pero también ella se lamentaba de que temiera por eso.

— Lo siento Kayn... Yo... No quiero ser tu debilidad...— Susurro ella lamentándose de aquel pensamiento.

— Perderte no sera suficiente para detenerme... Pero si sera lo suficientemente doloroso como para no volver a tener lo que me has dado...— Los dos tan solo se mantuvieron por un largo tiempo calmados.

Después de aquello se separaron, se veían tranquilos pero aun habían mas dudas. Ella se levanto, de nuevo quería caminar y salir, al estar afuera pudo verlo con claridad, la tormenta aun no terminaba pero estaban en aquel Dorum. Estaba algo feliz y emocionada, era la primera vez que subía a una de aquellas bestias, ver a Shurima desde aquella bestia le era una increíble vista, algo que no vería por un largo tiempo.

De pronto la domadora apareció desde arriba, parecía mirar con sumo cuidado a la tejedora y solo rió.

— Me pregunto si tu poder te hará más deliciosa de lo que debería de hacer.— Comento con una pequeña risa que solo hizo que la morena temiera.

— No soy comida... Solo soy una maga intentando ayudar...— Respondió ella alejándose un poco.

— Si, leyendas de la chica que mueve rocas, aunque ahora eres toda una mujer, me pregunto si aquel hombre que tienes te volvió una gran mujer.— Se burlo, la morena había entendido y solo se avergonzó.

El Verdadero Sentimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora