El Verdadero Sentimiento.

64-"Lo estaré... En algún momento."

— ¿Estás segura de irte?— Pregunto Asolen preocupado por su amiga.

Taliyah comía lo que el había preparado, había comido con lentitud para saber que tal había llegado su comida hasta sorprenderla.

— Enserio has mejorado, sabe delicioso, tienes mi respeto.— Sonrió la morena para seguir comiendo.

— Gracias pero creo que aún quiero mi respuesta. ¿Puedes darmela?— Pregunto aquel chico algo enojado, sabía que lo había evadido.

— Creo que es más que lógico que debo irme, claramente no para siempre pero si por un largo tiempo. He descuidado una misión que me ha sido encomendada, necesito recuperar lo que he hecho mal estos días.— Suspiro algo cansada, ella tan solo quería seguir disfrutando de su matrimonio.

— Había estado preguntándome...— La morena tenía su atención hacia aquel chico.— ¿Podrías tener una vida normal después de todo?— Eso la sorprendió.

— ¿Hablas de al menos pertenecer a algún lugar sin se tratada como enemigo por estar de su lado?— Pregunto Taliyah con seriedad.

— Creo que es lo que quería llegar. Estás en el clan de las sombras, un lugar donde aunque no lo parezca va a desaparecer.— Taliyah se sorprendió, no comprendió el comentario.— Tal vez aún no lo sabes o Kayn no te lo ha dicho, este lugar no es nuestro, este lugar es algo abandonado y nosotros solo lo le damos un uso, hemos estado tanto tiempo en este lugar solo por suerte... Pero por lo que veo pronto tendremos que irnos.— La morena solo trago duro, nada de eso lo sabía.— ¿Vas a reclamarle a tu novio de esto?— Se burlo.

— Me gustaría... Pero no es cómo que yo no tenga algo guardado, solo... Preparare mis cosas, como ya había dicho, no se cuando volveré...— Suspiro aún más intranquila.

Ella termino aquella comida y se levantó rápidamente para ir a su habitación, había dejado algunas pertenencias que no podía llevar con ella sencillamente. Sabía que debía esconderlas o guardarlas en algún lugar, suspiro y tomo todas aquellas pertenencias y salir. Kayn estaba hablando aún con Zed y ella después iría a hablar con el, debía comentarle sobre qué tenía otras cosas que hacer por el bien de todos.

Salió y escondió sus cosas, pensó que no había tardado demasiado y decidió volver pero a medio camino otro Vastaya había aparecido, se sentía más presionada que antes y no le estaba gustando aquello.

— ¿Cuando piensas iniciar?— Pregunto aquel leopardo hombre haciendo suspirar a la morena.

— ¿Pueden al menos dejarme respirar? Acabo de llegar de mis tierras, se que Bonita necesita su equilibrio pero la magia aún no está muerta pero tampoco es demasiada, los árboles necesitan tener su reserva, ¿Acaso quieren que todo se destruya a si mismo?— Pregunto enojada para continuar su camino.

Nadie podía discutir ante sus palabras, aquel comentario era acertado y aunque sabía que debía apurarse aún tenía muchas cosas que hacer, le dolía la cabeza de solo pensarlo pero solo debía volver y hablar de la situación. Llegó al Dojo y entro como si nada al lugar, se dirigió hacia la oficina de Zed pero antes de llegar Kayn la había tomado del brazo, estaba muy enojado.

— ¿Dónde hasta estado? ¿Dónde están tus cosas?— Pregunto con un agarre fuerte.

— No lo sé... Kayn, por favor, déjame hablar con Zed y hablaré contigo de lo que sea necesario.— Suspiro ella pidiéndole un poco de tiempo.