¿Cómo fue que pasó esto? - (Ventino)

Capítulo 25 - Secuestrada Parte I

Natalia Prov:

¿Qué demonios acaba de pasar? ¿Y por qué rayos yo no hago nada? Cuando por fin logro cerrar la boca me doy cuenta de la situación en la que estoy, el hombre que se supone me atraparía y me mataría o me entregaría ya no sé cómo es la vaina esta, me tiene en su auto, del cual no me puedo bajar porque está andando, la maldita puerta tiene seguro centralizado, el cual él maneja y yo estaba como pendeja mirándolo como la boca abierta.

-¿Qué mierda haces acá?¿Cómo demonios me encontraste?¿Por qué le pegaste a ese pobre chico?- quiero seguir preguntando cosas pero el da vuelta su rostro, demuestra furia.

-¿Tanto te importa tu nuevo novio que lo defiendes? - dice Ian sin siquiera tomar en cuenta mis preguntas.

-¿Celoso? Lo que yo haga con mi vida no es de tu incumbencia, se supone que harías tu trabajo y ya está, ahora que lo pienso, según todos los noticiarios estoy muerta, ¿Tanto te pagaron para que te motivaras a búscame?- la verdad no pienso que su motivación de buscarme sea el dinero, corrección, quiero no creer que su motivación es el dinero, veo que hace algo con su teléfono y luego toma un desvió directo hacia el bosque.

-TODO LO QUE TENGA QUE VER CONTIGO ME IMPORTA, PERO ¿EN QUE DEMONIOS PENSABAS AL DEJAR QUE TE DECLARARAN MUERTA?- Ian se desesperó y me empezó a gritar y con lo que sabe que me molesta que me griten.

-A MI NO ME GRITAS CABEZA DE NABO- inconscientemente mi mano le da un golpe en la cabeza, no que va, quería darle ese golpe, se lo merecía. Solo me cruzo de brazos, con el estado de mi pierna no puedo solo lanzarme de un auto andando, pero apenas me baje pienso huir, no sin antes reventarle las pelotas.

Ian Prov:

Estoy celoso, la verdad no quería gritarle a Natalia, pero ver que ese tipejo estuvo tan cerca de sus carnosos labios me enferma, la llevo a una cabaña en medio del bosque donde sé que no tendrá señal de celular, donde no se puede salir a menos que sea en auto y por lo tanto donde sé que ella no podrá salir de ahí a menos que sea en mi automóvil conmigo, sé que tiene una pierna en mal estado, se le nota al caminar, así que corriendo no se irá, solo debo cuidarme de sus puñetazos y de sus patrañas, porque sí que sabe volverme loco.

Por fin llegamos, creo que después de que me golpeara pasé al menos una hora manejando, ella solo se cruzaba de brazos y hacia pucheros, de vez en cuando me enseñaba el dedo del medio cuando me veía observándola. Es ahora donde tengo que ser rápido, sé que apenas quite los seguros ella intentará escapar, me retiro el cinturón y rápidamente quito los seguros para correr a la puerta de Natalia, ella intenta escapar sin éxito, al intentar correr le dolió su pierna, así que no logró avanzar mucho, la tomo como un saco de patatas en mi hombro y la llevo dentro, ella no me hace fácil el trabajo.

-SUELTAME PENDEJO, NO TIENES DERECHO A HACERME ESTO, SUELTAME O JURO QUE TE ARRANCO LAS PELOTAS- la bajo en una pequeña sala, inmediatamente me encuentro con una lluvia de puñetazos de los cuales pude esquivar unos pocos, la mayoría logró dármelos, ¡Dios, sí que pega fuerte! Veo una especie de cuerda, la tomo y logro inmovilizar sus manos para después llevarla a la habitación y amarrarla a los tubos de la cama.

-Cálmate Natalia, todo lo que hice hoy fueron por celos - le digo, la verdad cuando creí que había muerto mi corazón se partió en un millón de pedazos, los cuales creí jamás poder volver a juntar y ahora la tengo frente a mí y lo único que hemos hecho es pelear, quiero abrazarla, corrección, necesito abrazarla, por inercia mi cuerpo se mueve a la cama y me recuesto ligeramente sobre ella, la tomo con fuerza por la cintura y la abrazo, la abrazo con tanta fuerza hasta que sentí que nuestros cuerpos se fundían con este abrazo, por fin puedo sentir su exquisito olor, por fin puedo sentir su calor, siento que el cuerpo de Natalia se sacude violentamente, está sollozando.