Capitulo 3

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     "A veces la vida nos pone pruebas para demostrar nuestra facultad para salir de una mala decisión

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     "A veces la vida nos pone pruebas para demostrar nuestra facultad para salir de una mala decisión. Quizás estás pasando por eso, no te desanimes, aprende, sobrevive, y sigue adelante" -Nacarid Portal A. "El diario de una ilusión"

     Me desperté de inmediato sintiendo como el aire me faltaba. Cómo si me estuvieran ahogando. Pongo mis manos sobre mi rostro y observó mi alrededor, no había absolutamente nada alrededor. Solo eran mis pesadillas jugando conmigo, como lo han hecho a lo largo de mi vida. Morir no era el problema, no le tengo miedo a la muerte, y el día que toque mi puerta estaré lista para ir. Después de todo, todos los que amaba se habían ido.

     La vida a sido para mí horrible. He llorado como un niña perdida en un bosque durante años. Me sentía perdida. Esté no era mi lugar, pero no tengo la fuerza para acabar con los sufrimientos que he llevado. Con el peso que llevan mis hombros. Y el pasado tan doloroso que tengo.

     —¡Hola, cariño!— saludo Valery, mi mejor amiga al responder el celular —¡Adriana no irás con esos zapatos al colegio! ¡Adriana!

     —¿Mañana ajetreada?— pregunte con una sonrisa.

     —Ya sabes, ahora que Liliana se va más temprano, las cosas se me complican. ¡Adam, deja eso!

     —Dile algo que la ponga de buen humor, Hanna— dijo Adam —. ¡Adriana, toma tu luch!

     —Hola para ti también, Adam— él arrojo un beso a la pantalla —. ¿Dónde está mi pequeña ahijada?

     —Lista para su primer día de clases— aseguro ella con una sonrisa —. ¿Que tal Nueva York?

     —Tan horrible como lo recordaba— asegure —. No sé cómo las personas han romantizado una ciudad tan ajetreada, hay basura en al menos cada media manzana y ratas por todos lados. El tráfico para llegar acá, fue como el infierno.

     —Extrañabas Nueva York — dijo ella con una sonrisa divertida —. ¿Se van, cariño?— levanto su hija y le beso la mejilla —Papá y yo iremos a buscarlas.

     —¡Hola, tia Hanna!— saludo mi pequeña ahijada con una sonrisa.

     Valery y yo nos conocimos en la universidad, ella tomaba fotografías y yo diseñaba ropa. Y nos volvimos inseparables, yo demasiado tímida y ella, supera el ser extrovertida. Cuando quedó embarazada no sabía que hacer, y ahora, ama a su pequeña más que a nada en el mundo. Mientras que Liliana, su hermana menor, vivía con ella.

     No sabíamos mucho de ella, más allá de lo callada que era. No dió los motivos por los que quizo irse con Valery a Miami. Lo que sabemos, es que la razón por la que eso ocurrio la habla con una psicóloga.

     —¿Que tiene de interesante Nueva York?— yo llevé el celular conmigo al sanitario —¿Alguien guapo?

     —Nada impresionante— me encogí de hombros —. Lamento llamarte tan temprano, tuve una pesadilla.

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