"Sonríe, bonita, que se necesita mucha locura para aguantar tanta mierda." -David Sant.
Observe a Dereck. Estaba concentrado observando a una familia que esperaba lo que parecía su segundo hijo. Yo sonreí.
-¿Qué sucede?- le pregunté tomando su mano por sobre la mesa.
-Yo...- el miro a los lados -Hanna, tú ¿tomas anticonceptivos?
-Dereck, no tengo a nadie en mi vida. No veo porque debería tomar anticonceptivos- sus ojos se abrieron ante mí respuesta.
-Anoche yo no use protección. No tenía protección- yo blanquee los ojos y me cruce de brazos.
-Eso no debe preocuparte, Dereck- le asegure -. No puedo tener hijos de cualquier forma. Abril fue un milagro.
Me coloque de pie y salí del parque que tenia Mac'Donals para comprar tres helados. Pero antes de poder llegar a la caja unas manos sujetaron mi cintura.
-Lo siento- susurro dándome un beso en el cuello -. No quise herirte. Es solo que aveces es tan cómodo estar contigo que no se como decir las cosas.
-No te preocupes, Dereck- asegure deshaciendo su agarre -. Era una simple pregunta.
-Pero te hirió, y esa no era mi intención- le me obligó a voltearme y acuno mi rostro -. No es que no quiera más hijos, claro que los quiero. Y no me molestaría que fueras la madre de ellos. Es solo que se me es tan difícil mirarte y no recordar a Amelle. O simplemente no poder creer que estas aquí.
-Escucha- tome sus manos en mis mejillas -. Yo no quiero ocupar el puesto de nadie. Y es muy pronto para hablar de algo más. Solo digo que debemos conocernos.
-Escucha- tome sus manos en mis mejillas -. Yo no quiero ocupar el puesto de nadie. Y es muy pronto para hablar de algo más. Solo digo que debemos conocernos.
-¡Papá, papá!- grito la pequeña corriendo hasta ellos con sus pies descalzos. Causando que ambos dieran un paso atrás.
-No debes correr- aseguró su padre.
Alisa daba brinco aún cuando le teníamos tomada las manos. Ella parecía tener más energía que nosotros dos juntos. Hace unas horas salimos de McDonald's, y Alisa dijo que debíamos dar un paseo y para ser sinceros ¿quienes somos para decirle que no?
-Papi- llamo la niña con una sonrisa -. Estuve pensado.
-¿Qué pasó por eso loca cabecilla tuya?-pregunto Derek con una sonrisa.
-Estaba pensando en mi cumpleaños- yo también la miré con atención -. Yo quiero una fiesta.
-¿Y de que será la fiesta?- le pregunte con una sonria.
-Tiene que ser en una piscina. Y debe ser del mar.
-Alisa, ¿de donde voy a sacar una piscina?- le cuestiono Derek -La casa no tiene piscina.
ESTÁS LEYENDO
El cielo a mi favor
RomanceCuenta una antigua leyenda que un día estaban la vida y la muerte en una habitación. A pesar de plantearlas como grandes enemigas. Realmente eran grandes amigas, algo que nadie se imaginaría, eran tan diferentes una de la otra. La vida era color...