Capítulo 9

244 21 4
                                    

     "Hay gente que nunca va a merecer el lugar que le diste

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


     "Hay gente que nunca va a merecer el lugar que le diste. Le quedó grande, le quedaste grande. Y no, no es tu culpa porque tú supiste querer. Sabes querer" -Escritos del alma.

     —¡Disculpa, no te vi!— ese asentó no era de aquí —Yo, creo que nunca había estado tan perdido en mi vida, como lo estoy ahora.

     —No te preocupes— susurré con una sonrisa —. ¿Qué estás buscando exactamente?

     —La facultad de administración de empresas— se rasco la nuca —. Pero no sé ni dónde estoy.

     —Esta justo ahí— le señale el edificio a unos metros de nosotros —. Entrarás, y a tu derecha está la oficina de dirección administrativa, ellos re orientarán un poco más.

     —Gracias, es que, soy de Inglaterra, había venido de visita varias veces, pero ahora es diferente— él miro a los lados —. Ustedes son algo, no se como decirlo.

     —Nosotros no somos tan tradicional como ustedes, eso seguro— él asintió levemente —. Soy Hanna Meller.

     —Patrick Styles— se estrecharon la mano —. Hanna, ¿Puedo pedir un favor?— ella asintió levemente —¿Puedes darme tu número? Eres la primera persona que conozco, y estoy realmente perdido.

     —Si, claro, no hay problema.

     Después de eso, me saco a varias citas. Salimos un par de meses, y entonces éramos novios. Teníamos solo diecisiete años. Y él me enamoró. Viajamos a Inglaterra y conocí a sus padres, dos personas extraordinarias. Patrick era un hombre familiar, un típico inglés. Sus padres eran dueños de un banco, y nos visitaron en varias oportunidades en Estados Unidos.

     A esa misma edad me informaron que no podría tener hijos. Y de tenerlos, era un milagro, incluso para mí, si no moría en el parto. Algo dentro de mi se rompió en aquel entonces, pero ¿Cómo podría llorar por algo que no conocía? ¿Que sentimiento de perdida podría tener?

     A los veintiuno quedé embarazada, un milagro, como lo dijo el médico. Y un mes después de enterarnos, estábamos en el ayuntamiento casandonos, solo su familia y la mía. Y mis amigas. Pase todo el embarazo en reposo absoluto, y para cuando nació Abril, entendí lo que era amar de verdad. El amor que le tenía a Abril era superior a cualquiera otro sentimiento. Escuchar su llanto por primera vez, fue mejor de lo que cualquiera puede decirte.

     —Es igual a Patrick— susurro Valery mirando a mi pequeña —. Leyla, intenta encontrarle algo de Hanna.

     —La nariz— dijo ella con una sonrisa divertida —. Todo lo demás es de Patrick.

     —Eres una niña guapa— dijo Valery tomándola en brazos —. Solo no seas obstinada cómo tu madre, por favor.

      —Las estoy escuchando.

El cielo a mi favor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora