Cuenta una antigua leyenda que un día estaban la vida y la muerte en una habitación.
A pesar de plantearlas como grandes enemigas. Realmente eran grandes amigas, algo que nadie se imaginaría, eran tan diferentes una de la otra.
La vida era color...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Y claro que mueres de miedo, te haz tenido que reconstruir incontables veces y no quieres romperte de nuevo, pero dime tú si no cada vez que regresas ¿no eres más fuerte?" -Ileana Alcocer
Me sentía terriblemente mal. Mi corazón se hacia pequeño cada vez más. Me dolía el alma, sentía que no podía respirar. Y era que el dolor me estaba consumiendo. Me mataba cada vez más.
-Yo, yo- la mujer no sabía que decir, y yo no tenía fuerzas para decir palabra alguna.
-Es mejor que te vayas, Eliza- hablo Derek -. ¿Donde esta mi hija?
-Lo siento tanto- se disculpo aquella mujer con lagrimas en sus ojos, yo cubrí mi rostro con mis manos.
-Vete, Eliza- volvió a pedir Dereck esta vez abriendo la puerta de mi casa.
-No, Dereck- le dijo -. Vete y déjame con ella- yo levante la mirada de inmediato -. Esta vez será una charla de mujeres. Alisa está en tú casa.
-Anda con Alisa, Dereck- logre decir yo -. Déjame hablar con tú hermana.
Él nos miró indeciso. Y luego me miró, yo asentí. Y el salió de la casa. Eliza tomó asiento junto a mi. Yo la miré de inmediato.
-Yo, yo lo lamento tanto, Hanna. Me deje llevar por lo que veía. Es solo que no quiero que Derek vuelva sufrir. Y menos que Alisa sufra. Ellos son mi todo, los amo tanto, son mi única familia. Y creo que tú los ves como tú única esperanza para salir adelante. Y fui una egoísta en no pensar que todo tendría una explicación.
Yo guarde silencio. No quería discutir con ella, menos que esto se hiciera más grande de lo que ya era. Es la tía de Alisa no podía simplemente gritarle y no volverla a tratar nunca.
-Eliza, lo único que quiero es no tener que darle explicaciones a la personas, porque cuando las doy me consume el dolor- la mire un momento -. Mi ex apareció hace unos días, y decidí que lo mejor era hablar. Nos debíamos una conversación. Derek lo sabía, y estuvo toda la mañana esperando a que yo llegara.
-¿Lo quieres?- me cuestiono ella de inmediato -¿Quieres a mi hermano?
-¿Hace falta ponerle una etiqueta a algo para saberlo apreciar?- ella negó levemente -Bien, no tengo etiqueta para lo que sucede con tú hermano.
-Solo no quiero que Alisa sea dañada. - yo le dedique una pequeña sonrisa.
-Yo tampoco. Y no pasará, me lo he prometido a mi misma- ella asintió levemente.
-¿Me disculpas?- yo le sonreí y asentí.
-No hay nada que disculpar. Lo hacías por tú sobrina y hermano. Solo no vayas por ahí juzgando a todo el mundo.
-No sabes lo arrepentida que estoy.- susurro ella -¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?
-Trae a Alisa- le dije con lagrimas en los ojos -. Solo traela, y ven con Derek. Iremos a un lugar.
