"También los días grises son bonitos, también estar solo se siente bien, alejarse de todos para respirar y llorar o reír pero en la soledad, porque es bueno de vez en cuando abrazarse a uno mismo sin que nadie interrumpa" -SATURN (página de Facebook)
Él miedo me estaba consumiendo. Sentía que en cualquier momento me desmayaria. Quería vómitar.
En la entrada habían periodistas. Ninguno de ellos sabía que yo era la heredera. Nadie conocía mi rostro, y al momento de bajar del coche todos me conocerían. Estaba más aterrada que de costumbre.
-¿Estas bien?- pregunto Derek tomando mi mano aprovechando el momento en el que Alisa miraba las calles.
-Siento que voy a vomitar en cualquier momento- le confesé intentando no perder la cabeza.
-Estarás bien- susurro él con una pequeña sonrisa -. Eres fuerte, esto es solo una pequeña prueba.
-Solo respira- interrumpió Eliza, la hermana de Derek.
Debo confesar algo. Esa mujer me saca de quisio. Se los juro. Es como si con una solo una mirada pudiera desnudarte. Ella quería saber toda mi historia, y no la culpaba, quería estar segura de que yo fuera buena influencia para su sobrina.
Pero esa mujer era una metiche. Estaba segura que era capaz de meter su nariz donde no debía sólo por curiosidad. Y no estaba segura hasta cuando aguantaría no gritarle a esa mujer.
-Es solo que la responsabilidad de una empresa es muy grande. Siento que todo es un sueño- dije soltando la mano de Derek.
-Lo es- aseguró Gabo, el esposo de Elizabeth -. Me disculpo ¿no? Porque sinceramente no te conozco, te conocí hoy, aunque he escuchado mucho de ti. Pero es una responsabilidad grande, es una empresa que a crecido mucho y definitivamente hay mucho en juego. Son preguntas rápida, para respuestas eficientes.
En ese momento la puerta de la limusina fue abierta y los grandes ojos azules de mi pequeña luciérnaga observaban todo maravillada. Me encantaba ese brillo en sus ojos, porque te dice que esta emocionada. Su mirada siempre era curiosa, pero cuando algo le gustaba tenía ese brillo que hacían ver sus ojos más claros y brillantes.
Él primero en bajar fue Gabo, y después Elizabeth. La hermana de Derek tenía una de nuestras tiendas de ropa, por lo que me dijo Derek. Luego bajo Derek, y extendió la mano para que bajara Alisa, quien me dio un beso en la mejilla. Y por último baje yo cuando Derek me extendió la mano.
Había miles de cámaras. Todos pedían una entrevista o unas fotografías. Había demasiadas personas en la entrada. Y observe a muchas modelos caminar en dirección a la puerta. Habían personas del espectáculo, deporte, música y demás. Veía demasiadas caras conocidas. Aunque para ellos yo fuera una desconocida.
-Pasen- pidió uno de los guardias abriendo la puerta.
-¡Hanna, querida!- exclamó Roger acercándose a nosotros -Me da tanto gusto verte. Llegas a tiempo para dar inicio a la celebración.
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El cielo a mi favor
RomanceCuenta una antigua leyenda que un día estaban la vida y la muerte en una habitación. A pesar de plantearlas como grandes enemigas. Realmente eran grandes amigas, algo que nadie se imaginaría, eran tan diferentes una de la otra. La vida era color...