Llega el viernes y sorpresivamente no me siento nerviosa. Estoy emocionada de ver la reacción de todos. Prácticamente ya gane solo tengo que relajarme y dejarme llevar.
Adam y yo nos reunimos unos 20 minutos antes. Desde el principio estuvo estipulado que estamos del mismo lado. Es como si perteneciéramos al mismo partido solo que aquí no existen. Estipulamos que nos apoyaremos en campaña principalmente para que él gane y si él gana todo irá bien para mi y los demás.
Llego la hora. Los candidatos estamos sentados en la tarima del auditorio y comienzan las propuestas y todas esas cosas aburridas. No recuerdo nada de lo que acaban de decir solo quiero que llegue mi turno y que esto termine. Comienzan con los puestos menos importantes, o sea que a nadie le importa quien gane, luego seguimos los candidatos a vicepresidentes. Antes de mi pasan dos tipos totalmente aburridos y luego llega mi turno. Ni siquiera hice el esfuerzo de aprenderme el discurso, solo utilizare mi encanto, como dijo Adam.
Me paro frente al micrófono y paso saliva. Toco un par de veces el micrófono para verificar que funciona, al escuchar el sonido retumbar en las bocinas aclaro mi garganta y comienzo a leer directamente del papel. Hago unas breves pausas ocasionalmente para sonreír y acomodar mi cabello. Todo pasa rápido. En cuanto termino miro hacia el auditorio al cual había ignorado minutos antes y el silencio se rompe con una ruidosa ovación. ¡Lo hice!, jamas dudé de mi y mi encanto, lo sabia. Todos me aplauden, algunos incluso se paran de sus asientos. No estoy realmente consciente de lo que dije pero al parecer Keith si es el mejor. Tomo mi asiento y no puedo sentirme mejor. Los dos candidatos a presidentes dan sus discursos y la asamblea termina con un discurso aburrido del director.
Por fin todo termina y corro directamente a Iris, Tommy y los demás. Todos me abrazan y felicitan. ¡Wow! ¿estuvo tan bien? La pausa dura unos minutos y me llaman al salón del consejo. Entro ahí y esta Adam solo.
—¿Qué fue eso?— dice con un rostro molesto.
—¿Disculpa?— contesto desconcertada.
—¿Qué fue eso? Se suponía que solo harías lo tuyo. No se supone que me opacarias—. mueve los brazos bruscamente.
Poco a poco siento como la sangre sube a mi cabeza.
—¿¡De que diablos estas hablando!? Hice lo mío y lo hice de la mejor manera, como lo que soy, la mejor. No entiendo porque estas tan molesto—. siento el rostro caliente.
—No sé que intentas Shelly o que tramas pero si estas en esto es por mi, ¿Cómo te atreves a retarme?, ¡Somos amigos!, ¿no?
—¿Cómo te atreves tú a querer decirme que hacer?, ¡Perdón por ser mejor que tú y pegarte en tu ego! Te vas a arrepentir de hablarme así hijo de perra— lo golpeo con la punta de mi dedo indice en el pecho.
—No me amenaces Shelly, ni siquiera somos competencia— avienta mi mano hacia un lado y como reflejo con mi otra mano lo tomo de la muñeca y los dos nos retamos con la mirada.
—Pero lo seremos infeliz. Me voy a postular para presidente y te voy a patear tu sensible y débil trasero, ademas todos se enteraran de esto maldito— digo con la mandíbula tensa.
—No puedes postularte a estas alturas. Lo hecho esta hecho— se burla de mi.
—¿Quieres apostar?— lo reto.
—Yo me encargo que ni siquiera te acerques al consejo— vuelve a burlarse.
—No hay nada que me importe menos que el consejo, lo haré por el simple placer de hacerte llorar—. Nos miramos con enojo por unos segundo. Suelto su mano bruscamente y salgo del salón.
Me siento realmente furiosa. ¡Se va a arrepentir, lo voy a destruir!
Salgo caminando con paso firme y decidido en busca del director del consejo, el profesor Peltz. Voy a convencerlo de alguna manera, seguramente con la excusa de que se necesita una candidata femenina para el empoderamiento femenino y dar un ejemplo a las alumnas y que los líderes no siempre tienen que ser hombres.
Entro sin permiso a la oficina del profesor y justo como quiero logro convencerlo de postularme para presidente, pero justo al salir de su oficina me doy cuenta del trabajo que esto lleva. Tengo que hacer campaña y tengo que esforzarme. No sé nada de esto, ¿Quién me ayudara? Mis amigos son incompetentes para esto. Necesito de alguien que sepa que hacer, como un director de campaña. No puedo creer que esté haciendo esto pero no hay vuelta atrás.
Llega el fin del día y tanto coraje me tiene exhausta, y de muy mal humor. Todos notaron la tensión entre Adam y yo al final del día. Los compañeros de campaña no se ignoran y no se voltean las caras en su primer día, pero de eso me encargare mas tarde. Ahora solo quiero olvidarme de todo y hacer una estrategia.
Mas tarde hago un grupo de chat y les cuento a todos lo sucedido. Utilizo mis armas femeninas de manipulación y mis lagrimas para hacer que todos se pongan de mi lado, ademas del apoyo de Tommy que ayuda a mi misión de quedarme con el apoyo de nuestros amigos. Todos terminaron despotricando contra él, incluso Charlie, el más cercano de sus amigos. Mi primera tarea lista.
Ahora si a disfrutar mi fin de semana. Tommy me invitó a salir pero me escabullí diciendo que necesito concentrarme en la campaña. Ahora en todo lo que puedo pensar es en ganar, y ¡mierda! tengo que hacer un trabajo de clase de Historia, 50 paginas para el lunes, ¿Puede esto ir peor?
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Pretty Bad
Teen FictionShelly Linderman es una chica de 17 años de clase alta que asiste a un instituto privado donde pronto se suscitan situaciones extraordinarias. Aunque parece tenerlo todo, no hay nada que realmente la satisfaga. Aunque muchos la quieren, no hay nadi...