Me despierto a las 5 de la mañana a arreglarme e irme a la escuela para arreglar todo lo de la campaña. Mientras iniciemos antes mejor. Veré allá a Iris, Tommy, Beth, Lucy y Charlie, que me ayudaran a hacer todo. Debo reconocer que sin ellos no podría hacer esto. Mi mamá me consiguio una canasta muy linda para poner mis galletas y les pusimos unos listones rosa con azul marino a las bolsas de las galletas, se ven muy lindas.
Llego a la escuela y el unico que esta ahí es Tommy. Unos minutos después llega Iris con los carteles y entre los tres comenzamos a pegarlos en la pared. Pronto llega Beth con Lucy y una hora después llega Charlie, según él se quedo dormido. Mientras los demás están distraídos arranco algunos carteles de Adam y los tiro a la basura, son horribles, le hice un favor.
Todos nos repartimos folletos y comenzamos a repartirlos a la hora de entrada. Solo por unos minutos porque también tenemos que ir a clase. Al menos casi acabamos con la mitad de los folletos, ya es un avance.
Cuando se termina la ultima clase Tommy me manda un mensaje para ir después de la escuela por un helado con Iris. No puedo después de la escuela, pero tal vez unas horas más tarde los llamaré. Ahora tengo que correr al laboratorio de química. Me entretuve con palabrería en mi clase de francés. Si llego tarde otra vez Keith se molestara, ¿Desde cuando me importa si Keith se enoja? Relájate Shelly, no es como que me deje plantada, puede esperar.
Llego a mi paso apresurado y empujo la puerta con fuerza. Al empujarla escucho un golpe y un quejido del otro lado. Entro lentamente para ver que paso.
—¿Estas bien?— pregunto.
Se deja las manos en el rostro unos segundos mientras masajea su nariz. Poco después se descubre el rostro y con aparente dolor abre los ojos. Que sorpresa, ¿Alexandre?
—Si. ¡Diablos! Eres fuerte— sigue masajeandose la nariz.
—Bueno, no te quedes detrás de una puerta cuando alguien la puede abrir.
—Pues no abras la puerta cuando estoy detrás de ella.
—Como sea, estas bien ahora largo. Tengo una clase privada aquí—. Le indico con mi pulgar que salga.
—¿A que hora?
—3:00 pm.
—Son las 3:30 pm—. me remarca.
—¿De verdad? ¡mierda! Debo llamar a Keith... espera, no tengo su número—. digo en voz baja.
—¿Keith?— pregunta confundido.
—¿Qué?— respondo molesta.
—¿Él te cito aquí?— sigue confundido.
—Si—. digo con una mueca de disgusto.
Se hace el silencio mientras los dos tratamos de descubrir que pasa.
—Entonces...¿Tú eres a quien ayudare con Física?
—Espera, ¿Qué?— ¿¡Qué!? —¿Tú?
—Bueno, somos los únicos aquí así que parece que si. Por cierto, llevo esperando 30 minutos. Me habría ido si no hubieras detenido mi cara con la puerta— dice fingiendo estar molesto.
—¿De donde conoces a Keith?— pregunto intrigada.
—Es mi primo— acomoda su chamarra y se sienta en un banco —¿Tú de donde lo conoces?
—No te importa— contesto pedante sin mirarlo.
Tomo un banco, lo arrastro a la mesa y me siento frente a él.
—Bueno, al menos puedes responder por educación. No es que me importe su vida social— agita su cabeza.
—¿Para que estamos aquí? no para hablar, si no para aprender, así que...— le hago seña de que siga adelante.
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Pretty Bad
Teen FictionShelly Linderman es una chica de 17 años de clase alta que asiste a un instituto privado donde pronto se suscitan situaciones extraordinarias. Aunque parece tenerlo todo, no hay nada que realmente la satisfaga. Aunque muchos la quieren, no hay nadi...