Vuelvo desanimada a la fiesta e Iris lo nota rápidamente.
—¿Qué paso?, ¿Todo bien?— dice preocupada.
—Al diablo todo. Estoy bien solo...vamos a divertirnos— camino a donde están sirviendo las bebidas.
Voy a beber para olvidarme de esta porqueria, tal vez no sea lo mejor, pero ya no importa nada. Yo nunca bebo, nunca de los nuncas, pero eso va a cambiar hoy. Veo de lejos a Alexandre tan sonriente, maldito, estoy tan enojada que no puedo mirarlo. No es justo que él la pase bien mientras yo me siento horrible.
Pasan las horas y al parecer no soy la unica ebria. Al verme tan animada a beber Iris y las chicas tambien lo hacen, incluso Iris comenzo a besuquearse con Lacruch. Pasan los minutos y comienzo a marearme y sentirme realmente mal, no estoy acostumbrada a esta sensación, me siento algo mareada y decido ir a recostarme al auto, tal vez si me recuesto un rato me sienta mejor. Camino con dificultad, yo + tacones + tierra y ramas = no buena idea. Finalmente llego, tomo la manija y abro la puerta del copiloto, intento acomodarme pero esta incomodo el asiento delantero así que decido brincar a la parte trasera del auto, una tela que esta en el asiento trasero se cae sobre mi cuerpo y yo me siento tan pesada que no puedo conseguir la fuerza para quitármelo, mis párpados se sienten pesados y sin darme cuenta me quedo dormida.
•••
Siento el movimiento del auto, al parecer ya nos vamos. Abro los ojos con dificultad, estoy mareada y la siesta no me ayudo en nada, solo mis pies dejaron de doler. Miro mientras sigo recostada y veo las manos de un hombre al volante, ¿Que? ¿Iris? Me levanto rápidamente asustada, me quito la tela que me cubria y comienzo a gritar, él me ve como si fuera un fantasma y comienza a gritar tambien, comienzo a golperalo y él serpentea con el auto tratando de detener mis golpes. Se detiene y me agarra los brazos para que deje de golpearlo.
—Ya...¡Ya basta!, ¿Estas loca?
—¡Suéltame!— mis gritos no cesan —¡Me secuestran!¡Ayuda!
—¡Ya me detuve! ¡Basta!— dice desesperado.
—¿¡En donde estamos!?— pregunto alterada.
—En mi casa...— lo interrumpo mientras lo vuelvo a golpear varias veces.
—Déjame ir Alexandre o llamare a la policía.
—¿¡Que te deje ir!?, ¡Tú entraste a mi auto!
Dejo de golpearlo y me quedo pensando como es que esto paso. Se hace el silencio por al menos un minuto, mientras me arreglo el cabello.
—¿Cómo...?— golpea el volante y suspira.
—No, no, yo entré al auto de la hermana de Iris a dormir, yo...
Estaba confundida, ¿Qué esta pasando? Estoy segura que entre al auto de Iris, pero al parecer no fue así, estaba tan borracha... estoy, que no sé ni que hago, y ¿Qué es ese olor?, la tela que estaba sobre mi huele a perro y ahora yo huelo así.
—Baja—,me ordena.
Salto al asiento del copiloto, es un auto de dos puertas y yo no pienso bien, así que mi zapato se atora y termino con la cara en el pavimento con mi trasero en dirección al techo. Alexandre corre para ayudarme a pararme y estoy tan borracha que no siento el dolor. Pone mi brazo sobre su hombro y me lleva dentro de su casa, a mitad de camino me detengo para quitarme los zapatos, parezco Bambi y no puedo ni caminar. Quitármelos no mejora mucho, la entrada es tan larga, ¿cuánto mide el frente?.
Por fin llegamos al interior de la casa y me deja en el sofá en la sala de estar. El dolor de mi caída parece que quiere aparecer o es solo que sigo mareada. Me trae algo de la cocina en una taza.
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Pretty Bad
Teen FictionShelly Linderman es una chica de 17 años de clase alta que asiste a un instituto privado donde pronto se suscitan situaciones extraordinarias. Aunque parece tenerlo todo, no hay nada que realmente la satisfaga. Aunque muchos la quieren, no hay nadi...