Llego el día del baile y me levanto temprano. Todo tiene que estar bien planeado. A las 3:00 pm llegara la maquillista y el estilista. Tengo que bañarme antes, comer algo ligero, manicura lista y solo me queda llamar a Keith para saber a que hora me recogerá.
Se hacen las 7:00 pm. Mi maquillaje y cabello estan listos, solo queda vestirme. Keith me recogerá a las 8:00 pm, asi que solo tengo una hora para terminar de arreglarme. Tomo mi vestido y el corsage que me dio Alexandre, ¿será prudente usarlo? Indecisa me siento en la cama a pensar en que hacer. Creo que debería cambiarme primero y luego pensar. Después de ponerme el vestido y lo zapatos me miro al espejo, acomodo un poco mi cabello y respiro profundo. Después de todo algunas cosas no salieron como lo planeaba, pero de cierta manera estoy satisfecha. Tomo mi bolso y el corsage y bajo las escaleras. Espero en la sala por unos 15 minutos ya que Keith llega 15 minutos antes. Antes de abrir la puerta mi madre me para en seco.
—¡Espera!, tienes que bajar de las escaleras para la revelación a tu cita y tomarte una foto. Espera arriba yo te diré cuando bajes— me aleja con sus manos mientras gira la perilla de la puerta.
Subo otra vez y espero a que mi madre me llame. Escucho que abre la puerta e intercambia un par de palabras con Keith.
—¡Shelly llego... tu cita!— grita —Perdón, ¿Cuál es tu nombre?— pregunta mi madre confundida. Al parecer esperaba que mi cita fuera alguien mas.
—Keith Bell, un gusto— le estira la mano para saludarla con una seriedad tremenda.
Mientras bajo las escaleras los veo estrechar la mano y el sonido de mis zapatos atrae su atención.
—¡Alto!— grita mi madre sosteniendo la cámara —Sonríe, una linda pose para el recuerdo.
Hago unas cinco poses diferentes y mi madre toma unas cincuenta fotos.
—Keith, querido sube ahí con ella— le ordena sin dejar de tomar la cámara.
Keith se acerca a mi apenado. Se queda un escalón abajo de mi y mira a la cámara.
—Acérquense mas. Tómala de la cintura querido, no seas tímido— mi madre ríe por la ternura que le provoca la timidez de Keith.
Keith sube el escalón lentamente e inseguro pone su mano alrededor de mi cintura, ni siquiera me mira a los ojos. Mi madre toma otras cincuenta fotos desde todos los ángulos y posiciones.
—¡Listo! Diviértanse mucho, y tomen muchas fotos, por favor— sentencia con su dedo y da unas palmadas en la espalda de Keith.
Keith solo asiente con la cabeza y camina a la puerta. Me despido de mi madre y salimos. A la altura del jardín de la entrada Keith se detiene y me toma del brazo.
—Espera, olvide algo— dice mientras busca dentro de su saco.
Me quedo esperando a ver que es lo que olvidó. Después de una dura pelea contra el bolsillo del saco logra sacar un corsage de una flor hecha de terciopelo.
—Investigué y al parecer es tradición poner un corsage en la muñeca de tu cita. Así que conseguí uno como mi moño, para que hagan juego— dice mientras lo pone suavemente en mi muñeca.
Me quedo sorprendida ante su esfuerzo por esto. El ramillete es hermoso y lo esta haciendo mejor de lo que creí. Ahora que recuerdo deje el de Alexandre en la mesa de café, pero que importa tengo uno mas lindo. Lo miro agradecida y le sonrió con dulzura él me devuelve la sonrisa pero ahora mostrando los dientes, nunca había visto que sonriera con dientes, su sonrisa es muy linda. Interrumpimos nuestra conexión visual y él corre a abrir la puerta trasera del auto, vino a recogerme en un Rolls Royce blanco, obviamente con chofer. Subo y él detrás de mi. Todo el viaje hasta la escuela mira por la ventana. De vez en cuando lo veo de reojo, se ve feliz, al parecer esta disfrutando esta experiencia.
Llegamos a la escuela y los autos se detienen en fila para dejar a las personas sobre la alfombra roja. Keith empieza a mover las manos y los pies con nerviosismo. Lo tomo de la mano y la aprieto, le doy una mirada asegurándole que todo va a estar bien y toma un respiro profundo. Llega nuestro turno de bajar y empieza el show. Keith baja primero, extiende su mano para ayudarme a bajar. Debo reconocer que tiene estilo, sus movimientos son con clase y sabe perfectamente como tratar a una mujer aunque sé que se esta muriendo de miedo.
Caminamos por la alfombra hasta llegar a la entrada. Persona con la que nos topamos persona que nos miraba de pies a cabeza. Puedo sentir las miradas de todo el mundo y me encanta. Miro un poco de reojo a Keith y esta aterrado, no le gusta para nada la atención al parecer. Me topo con Dana mas adelante y nos indica en donde sentarnos. Parece que llegamos temprano, pues el gimnasio no esta ni a la mitad de lleno, aún faltan muchos por llegar.
La música suena y por cada minuto que pasa llegan mas personas. En 20 minutos se llena casi por completo. A lo lejos veo a Beth y a su novio y los llamo para que se sienten con nosotros, Beth corre emocionada a la mesa y me abraza con fuerza.
Al soltarme del innecesario abrazo de Beth llama mi atención la entrada de Tommy pues viene con nada mas y nada menos que con Iris. Ella lo toma del brazo mientras camina por el gimnasio en busca de una mesa. Los sigo con la mirada molesta, ¿De verdad Tommy me rechazo por Iris? ¡Pff, que estupidez!
—Shelly— Beth trata de llamar mi atención mientras espió a lo lejos a Tommy e Iris —Estaban planeando en ir al after party de Charlie cuando termine el baile. Deberíamos ir los cuatro juntos— dice mientras toma un gran trago de ponche.
—Estaría bien— digo sin tomar mucha importancia.
Llega Wendy con su cita y me distraigo, luego llegan otros amigos y comienza el bullicio. El gimnasio esta tan lleno y obscuro que es difícil distinguir rostros familiares. Me acuerdo de Keith y me siento junto a él.
—¿Todo bien?— vasilo.
—Bien— responde con una pequeña sonrisa.
—Deberíamos bailar, después de todo es lo que se hace en los bailes, ¿no?— me encojo en hombros y tomo su mano.
Ríe y asiente suavemente. Nos paramos y vamos a la pista con los demás. Al parecer todo pinta bien, Keith la pasa bien, yo la paso bien, buena música, buenos amigos, ¿Qué podría ir mal?
Mientras bailamos al ritmo de un remix de "Drop it like it's hot", y todos nos divertimos como nunca, Keith y yo jugueteamos un poco. Es raro pero cuando estoy con él de verdad me divierto, y verlo feliz me hace aún mas feliz. Le hago cosquillas mientras bailamos y el rie incontrolablemente. El movimiento de las luces y la fuerte musica parecen ser ahora un ambiente romántico.
Por un momento nuestras risas paran y hacemos un profundo contacto visual. Repentinamente la música cambia a algo mas calmado. Miro a mi alrededor y todos se unen en parejas a bailar. Keith y yo nos miramos avergonzados y dudamos en acercarnos el uno al otro, pero decidimos hacerlo, con paso lento nos acercamos, toma mi cintura y yo pongo mi manos al rededor de su cuello. Comenzamos a movernos al ritmo de la música y nos acercamos cada vez mas.
Mientras damos vueltas por la pista de baile miro sobre su hombro y veo la peor escena que podría ver en un momento como este. Mi corazón lleno de felicidad e ilusión se rompe al ver entrar a Alexandre con Camila Johnson tomados de la mano y ella usando un brillante vestido marfil con el infame corsage blanco. Puedo sentir mi rostro derretirse.
Las luces cambian y se vuelven brillantes. Miro a Keith y no lo dudo mas, decido besarlo. Comienzo con un simple beso pero él lo sigue y se convierte en un largo beso bajo los reflectores. Puedo sentir como si diéramos vueltas y todo estuviera callado y solo somos él y yo en la pista de baile. Nos separamos lentamente y los dos jadeamos. Keith sacude su cabeza y sus ojos brillan mas que nunca, acaricio su mejilla, le sonrió y lo jalo de vuelta a la mesa.
Nos sentamos y no suelto su mano en ningún momento, lo apretó con fuerza aferrándome a él. Si bien mi beso fue de despecho, no puedo negar que me gusto más de lo que debería. La sensación que produce alguien cuando te besa es algo único y que no cualquiera provoca. Por alguna extraña razón él provoca algo diferente en mi, que me hace querer ser una mejor persona.
Me enseñó que un simple gesto amable puede impactar mucho en una persona, y que cuando das sin esperar recibir nada a cambio es cuando recibes más satisfacción. Dejo salir un suspiro involuntario, después de todo creo que Keith tiene lo mejor de los dos mundos.
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Pretty Bad
Teen FictionShelly Linderman es una chica de 17 años de clase alta que asiste a un instituto privado donde pronto se suscitan situaciones extraordinarias. Aunque parece tenerlo todo, no hay nada que realmente la satisfaga. Aunque muchos la quieren, no hay nadi...