Es jueves por la mañana. Mamá y yo no nos hablamos, las dos estamos molestas así que solo nos ignoramos mientras desayunábamos. Martha solo nos ve confundida por la indiferencia entre nosotras. Cuando termino solo me paro y me voy sin despedirme.
Llegando a la escuela parece que todo esta mejor con Iris, ya esta tranquila y ya no se ve un liquido escurriendo por su nariz. Me acerco a ella y le pregunto como va todo, dice que hablo con Adam anoche. Tratan de demostrar su inocencia, es menor de edad así que estará en arresto domiciliario hasta su juicio. Al parecer la cantidad de drogas que encontraron en su casillero era lo suficientemente grande para que sospecharan de trafico de drogas y no de posesión, así que no veremos a Adam por aquí en un largo rato. Me despido de ella y me voy a mis clases.
Interrumpen nuestra segunda clase para llevarnos a una conferencia sobre las drogas al auditorio. Basicamente nos dan un sermón sobre el porqué no debemos consumirlas, ni venderlas, como si fuéramos estupidos, y si vemos que alguien compra o vende lo acusemos para que sea entregado a las autoridades correspondientes. Eso fue en resumen dos horas de conferencia. No creí que esto llegaría tan lejos, pero al menos ya acabo.
A la hora del almuerzo voy a comprar algo de comer para Iris y para mi, y de regreso a la mesa veo en la mesa mas alejada de la terraza a Alexandre con Camila, mi modo perra se activa, ¿Qué es esto? no te burlaras de mi así Alexandre. No dudo en acercarme y me paro frente a ellos, aclaro mi garganta y me miran confundidos.
—Uhm... Alexandre, necesito hablar contigo un segundo— digo mientras golpeo el piso con mi pie y parpadeo varias veces. Camila me ve con disgusto pero yo solo la ignoro. Alexandre se para calmado como si nada pasara.
—¿Qué pasa, Shell?— dice coqueto.
—¿Qué pasa? creo que es obvio que es lo que pasa— abro mis ojos lo mas que puedo y Camila interrumpe.
—Creo que... nos vemos luego, ¿bien?— toma sus cosas y se va.
Alexandre solo la ve de reojo y asiente con la cabeza. Yo me quedo mirando a Alexandre con furia.
—¿Nos vemos luego, eh? Ok. Así que te ves con otras chicas mientras no estas conmigo. No estaba enterada de que podíamos hacer eso— lo empujo un par de veces con mi dedo indice mientras lo veo con desprecio.
—¿Por qué estas enojada? ¿Qué hice mal?— pregunta como si no tuviera idea.
—¿Es en serio? Tú y yo se supone que tenemos algo y tú te ves con Camila Johnson en un lugar escondido donde nadie te vea. Tú dime, ¿Qué esta mal?
—¡Por dios, Shelly!, sabes que nunca he sido un hombre de una sola mujer...— dice despreocupado pero luego de que se da cuenta de lo que dijo rueda los ojos y maldice. Toma mis manos tratando de calmarme. Yo estoy que ardo del coraje, pero intento relajarme, y solo suelto mis manos de las suyas —No queria decir eso, me refiero a...
—Ya has dicho suficiente. Te refieres a que eres un imbecil— me doy la vuelta decidida a irme. Me toma la mano y me da la vuelta. Quedamos a escasos centímetros.
—Shelly. No era un chico de una chica hasta ahora. Solo te quiero a ti, no tienes que ponerte celosa y dudar de lo que siento por ti, ¿no he hecho lo suficiente para demostrarte cuanto me importas? Yo solo le decía a Camila que ya no podíamos hablar, ni nada, por tú y yo, todos lo saben. No te imaginas cuantas chicas se me insinúan y rechazo, por ti, ninguna se compara contigo— toma mi rostro con sus manos y acaricia mis mejillas. Hacemos contacto visual y me hipnotiza con sus ojos
—¿Qué chicas se te insinúan?— pregunto seria. Él solo ríe.
—No es importante— se acerca cada vez mas a mi.
—Eso te hace sentir orgulloso, ¿cierto?— vuelvo a preguntar rompiendo el romanticismo del momento y él solo rueda los ojos
—Claro que no, no es algo que presuma— ahora mira mis labios y puedo sentir su respiración en ellos.
—¿Y como se te...— me calla de un beso y ya no digo nada mas. Sabe como manejarme, pero no saldrá vivo de esta, aunque cada vez estoy mas loca por él.
Vuelvo con Iris después de la mini pelea entre Alexandre y yo, y le doy lo que pidió, sandwich de pollo. Aún esta algo seria, creo que ahora se esta cuestionando todo sobre Adam. Tal vez no es un traficante pero si es un maldito que ahora le rompió el corazón a mi amiga.
—¿Quieres hablar de algo?— le pregunto intrigada.
—No, es solo...no puedo creer que me engañara, que no me dijera la verdad. Tal vez lo de nosotros también fue mentira. Yo le abrí mi corazón— dice decepcionada mientras juega con su sándwich.
—Esto no es tu culpa Iris, así que no sufras. Por algo pasan las cosas y bueno, por algo paso esto. Así que anímate, no quiero verte así para el baile de invierno— digo tratando de animarla y funciona.
—¿Ya iniciaste los preparativos?— dice con una pequeña sonrisa.
—La próxima semana— doy un trago a mi botella de agua.
—¿Ya sabes el tema?— pregunta mientras mastica su sandwich.
—Seguramente... invierno, no se aún—contesto despreocupada.
—Si necesitas algo de ayuda llámame, me encantaría ayudar— me guiña un ojo, y parece que Iris ya se esta recuperando.
En la salida veo a Tommy de lejos. Siempre le busco la mirada pero él solo me ignora. Actúa como si yo no existiera, ¿Cual es el problema?, se supone que ya lo arreglamos todo. Ni siquiera fue algo tan grave. Incluso me bloqueo de todas las redes sociales, es algo estupido, pero así es como lo quiere, bien. No es como que lo necesite.
Llego a casa. Mamá esta en la cocina y yo entro por algo de tomar. Hay mucha tensión entre ella y yo. Ambas tenemos razones para estar molestas y alguna tiene que ceder.
—Shelly— me llama mientras corta zanahorias.
—¿Qué?— respondo indiferente.
—Saca la ropa de la secadora— responde mientras sigue cortando y no nos miramos.
—Ok— voy y hago lo que me pide,p. Vuelvo a pasar por la cocina para ir a mi habitación.
—Shelly— me llama de nuevo y giro los ojos.
—¿Si?— digo con un gran suspiro y ella recarga la punta del cuchillo en la tabla de cortar.
—No sé porque estas molesta, pero eso no cambia nada. Tu padre y yo volveremos a estar juntos y te guste o no habrán cambios— dice seria y decidida. Yo suelto un gran suspiro.
— Estoy molesta por todo lo que me hicieron pasar para nada, tú y mi papá.
—La relación entre él y yo, aunque seamos tus padres, no te interesa. Como lo dijiste, te iras a la universidad y no nos veras mas, no seria justo dejar la felicidad a un lado,por tus caprichos. Así que espero que sea la ultima vez que nos faltas al respeto— me dice seria, y vuelve a picar verdura.
—Como sea— me giro y me voy a mi habitación.
Ahora yo soy la mala en esto. Yo soy la bruja, la perra, la maldita, cuando no es así, soy la víctima. Todos quieren arruinarme la vida cuando yo no he hecho nada malo, es muy frustrante.
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Pretty Bad
Ficção AdolescenteShelly Linderman es una chica de 17 años de clase alta que asiste a un instituto privado donde pronto se suscitan situaciones extraordinarias. Aunque parece tenerlo todo, no hay nada que realmente la satisfaga. Aunque muchos la quieren, no hay nadi...